La secretaria general de València en Comú, Mireia Biosca, presentó ayer una denuncia en los juzgados de guardia de Valencia por un presunto fraude en la elección telemática de la coordinadora de la formación. Al parecer, en ese proceso hubo 83 votantes inexistentes que utilizaron números de teléfonos móviles procedentes de Rusia y nombres sacados de una bolsa de trabajo de la Junta de Andalucía.

La coordinadora de València en Comú es el equivalente a la ejecutiva de los partidos convencionales, aunque no tiene precisamente capacidad ejecutiva. Se trata de diez personas que se encargan de impulsar, revisar y hacer propuestas a la asamblea y también, por ejemplo, al grupo municipal.

Pues bien, esa coordinadora renueva todos los años a la mitad de sus miembros y en esta ocasión se elegían a tres hombres y dos mujeres, para cuyos puestos se habían presentado diez personas.

Hasta ahora la elección se había hecho de manera presencial, pero en esta ocasión y dado el éxito de votaciones precedentes, se optó por el voto telemático, para lo cual había que dejar constancia de todos los datos personales.

Y ahí se produjo el fraude. El responsable de informática de la formación comprobó que había 86 votos procedentes de la misma IP, de los cuales apenas tres correspondían a personas físicas reales. Cuando se llamó a las 83 restantes se comprobó que eran teléfonos inactivos de Movistar con números virtuales comprados en paquetes de 30 que están a la venta en el mercado negro y proceden en su mayor parte de Rusia.

Además, se comprueba que los nombres y los DNI de los supuestos votantes han sido sacados de la bolsa de enfermería de la Junta de Andalucía.

A dos candidaturas

Según se explica en la denuncia, todos los votos falsos fueron a dos de las candidaturas presentadas, concretamente a V. G. P. y J. L. S., que quedaron primero y segunda en la votación.

Tras detectarse esta anomalía, el plenario de la formación, reunido el jueves por la tarde, decidió anular la elección y posponerla para los próximos días, coincidiendo con la elección de los representantes en las juntas de distrito, votación que, por cierto, también se hará de forma telemática.

En principio, desde València en Comú no se quiere responsabilizar de los hechos a las dos personas que se vieron beneficiadas. Hay dos teoría al respecto. La primera es que se trata de un acto externo para desestabilizar a la formación y generar dudas sobre el sistema telemático de votación.

La otra es que con esta votación masiva se quisiera beneficiar a una candidatura y modificar la correlación de fuerzas dentro del partido. En la denuncia se indica que las sospechas se dirigen a este grupo de personas, ya que el último nombre que aparece en la relación de votantes falsificada corresponde al anterior informático de València en Comú. Él es una de las tres personas que sí tienen una identidad real. Las 83 restantes eran las falsificadas.