La Asociación de Vecinos de Cases de Bàrcena ha exigido al Ayuntamiento «el cierre inmediato» de un local «after hours» localizado en el número 102 de la antigua carretera de Barcelona debido «a las continúas molestias y transtornos» que está ocasionando entre la población de esta pequeña pedanía de l'Horta Nord.

Según explica Esther Manzano, presidenta de la entidad vecinal, el «after» funciona desde hace aproximadamente dos años cuando trasladaron allí un negocio que antes funcionaba en el centro de Valencia. «Es un auténtico 'walking dead' de personas, ya que abre a las seis de la mañana y cierra a las ocho de la tarde. Las personas que viven en los alrededores del local tienen que soportar de todo, desde personas que están consumiendo drogas en la vía pública, hasta pequeños disturbios. Numerosos vecinos están hartos de esta situación», denuncia la máxima responsable de la entidad vecinal, de nueva creación.

Manzano asegura que la asociación de vecinos denunció al Ayuntamiento de Valencia la situación de este «after hours» porque sospechaban que abrían sin licencia de apertura. Tras reiteradas quejas, finalmente el consistorio procedió al cierre preventivo del local al carecer de los papeles en regla. «A mediados de julio procedieron al cierre, pero tras un cambio de nombre y obtener las licencias, han vuelto a reabrir. El problema seguimos teniéndolo los vecinos, porque tenemos un local en el que no se respetan los valores de convivencia pegado a los domicilios», lamenta la presidenta de la entidad vecinal.

Desde la asociación de vecinos consideran que el Ayuntamiento de Valencia no puede quedarse de brazos cruzados ante esta situación. «Hemos llamado en reiteradas ocasiones a la Policía Local por los problemas que ocasionan las personas que acuden a este local, pero vienen y no pueden hacer mucho más. Hace años el negocio funcionaba a horas normales, pero lo de ahora es insoportable», denuncian.