Vicent Sarrià, en cuyas manos está la redefinición del urbanismo de la ciudad con una revisión del PGOU que intentará blindar la huerta y con una apuesta, no exenta de polémica, por una nueva movilidad que declara la guerra al coche privado, elige como telón de fondo de esta entrevista el Parque Central, una gran operación de ferroviaria a la vez que de sutura urbana bloqueada por el Gobierno de Mariano Rajoy.
¿Por qué cree que es mejor la revisión del plan general de ordenación (PGOU) que usted plantea que la del PP?
La revisión del PGOU es un proceso muy largo y costoso. Nosotros no dijimos que íbamos a empezar de cero sino que reorientaríamos lo que había hecho el PP. La revisión pormenorizada, barrio a barrio, que queremos llevar a cabo exige tener aprobada la revisión estructural, la revisión macro para centrarnos después en lo verdaderamente importante que es completar la ciudad consolidada y mejorar la calidad de vida de los barrios. Nosotros criticamos los crecimientos desmesurados de la revisión del PP , que no se justificaban con las previsiones de crecimiento demográfico y que se traducían en la ocupación de casi 700 hectáreas de huerta protegida. Esto era algo inaceptable y como prueba están las 25.000 alegaciones que recibió el anterior plan. Hemos reorientado la revisión hacia los criterios que asumimos en el pacto de gobierno de la Nau y que pasan por proteger la huerta, la movilidad sostenible y la mejora de los barrios.
Aseguran que van a blindar la huerta ¿Cómo lo harán?
Hay un aspecto clave y es que no estamos actuando en solitario sino en paralelo con la Generalitat para solventar la ausencia de visión metropolitana. Nuestra revisión se hace en paralelo con la ley y el plan de l'Horta donde se determinan muy claramente los niveles de protección de la huerta, los usos y también cómo hacerla viable como espacio económico y social. Por primera vez actuamos de la mano de la Generalitat para establecer un plan territorial metropolitano y esto tiene que ser así porque Valencia tiene la mayor parte de huerta protegida.
Van a revisar varias infraestructuras viarias previstas ¿no se corre el riesgo de aislar o colapsar la ciudad?
En absoluto. En la anterior etapa hubo un excesivo afán de construir infraestructuras de dudosa utilidad y con un elevado coste para las arcas públicas. Valoraremos junto con la Generalitat cuáles son necesarias para la movilidad del área metropolitana. Muchas de estas infraestructuras nos parecían absolutamente irracionales, suponían una ocupación de huerta fértil que a la larga se traducía en una recalificación encubierta de huerta. En conjunto era todo un exceso de rondas, rotondas y viales que desfiguraban la huerta. La revisión supone en muchos casos la eliminación de infraestructuras, en otras la minimización y en otras el mantenimiento de aquello que consideremos más imprescindible. Esto hay que enmarcarlo en una nueva política de movilidad a favor del transporte público.
La anunciada supresión de la reserva de suelo para el acceso norte del puerto ya está generando polémica
El túnel del acceso norte es una reivindicación histórica del puerto, que se planteó en un momento distinto y que en términos de coste y viabilidad es de dudosa realización en las próximas décadas. No entramos a valorar su necesidad, pero sí creemos que no se justifica una actuación así, con un impacto grandísimo, ni una reserva de suelo y menos en el Cabanyal. El puerto ha orientado sus sistema de comunicaciones y logístico al sur, por la fuente de San Luis. Lo que hay que hacer es mejorar los accesos al sur. Todas las industrias y sectores económicos valencianos quieren apostar por el transporte ferroviario y en esto hay una pieza fundamental que es el Corredor Mediterráneo. Su ejecución no puede hacerse de esta forma tramposa como ha querido hacer recientemente el Gobierno, que de forma inaudita no ha incluido el túnel pasante de Valencia en la planificación del Corredor Mediterráneo presentado en Bruselas [el ministro Catalá dijo el jueves que finalmente sí lo apoyaría]. Una decisión que demuestra la falta de honestidad política y de compromiso con una infraestructura vital para todos.
¿Esto es culpa del Gobierno o de la falta de influencia política en Madrid?
El Gobierno de Rajoy ha dejado claro desde el principio, independientemente de sus declaraciones, que su prioridad es el corredor central y todos los pasos que ha dado han ido en esa dirección. A la hora de acabar con el cuello de botella del túnel de Serrería y construir el túnel pasante solo han dado largas y hasta ahora no ha puesto la carne en el asador. Es un problema del Gobierno no del ayuntamiento o la Generalitat.
¿Como abordarán en la revisión del planeamiento las grandes operaciones del PAI del Grao, la frontera de Natzaret o el Parque Central
En la revisión se abordarán problemas que se arrastran desde hace décadas como es la frontera de Natzaret y la deuda histórica del barrio como principal afectado por el crecimiento del puerto. Con la autoridad portuaria tenemos casi cerrado un acuerdo para ampliar la zona de interacción puerto-ciudad, que mejorará la calidad de vida de los vecinos del barrio, que clarificará los límites del puerto y completar el Jardín del Turia hasta la desembocadura garantizando una buena conexión con el parque natural del Saler a través de una reforma de la ZAL. Es obvio que el puerto es importante para la ciudad y que no tenemos interés en perjudicarle, pero tampoco queremos que crezca a costa de la calidad de vida de los ciudadanos y de hipotecas inasumibles para la ciudad. La relación de sumisión del anterior gobierno municipal hacia el puerto ha cambiado, y este está haciendo un esfuerzo por negociar.
Tienen previsto revisar la dotaciones de los barrios ¿Tendrán que renunciar los vecinos a los colegios y polideportivos prometidos?
El plan general de 1988 hizo una previsión a 30 años de las necesidades dotacionales de los barrios, pero en 25 años solo se ha hecho una mínima parte. Las necesidades de los barrios han cambiado. Vamos a estudiarlas caso a caso para que haya un equilibrio dotacional. Vamos a estudiar si la previsión del plan general era excesiva, correcta o se ha quedado corta. Para conseguir el suelo de las dotaciones pendientes haría falta mucho dinero, es inasumible por la vía de la expropiación, en las últimas décadas se han gastado 600 millones de euros en expropiaciones y quedan 900.000 m2 de suelo dotacional pendiente de obtener. Nosotros pretendemos actuar caso a caso y ver si es posible permutar suelos o aplicar fórmulas imaginativas como dar edificabilidad a las parcelas dotacionales para que no nos resulte gravoso.
¿Soluciona la revisión del plan el limbo urbanístico del barrio del Cabanyal?
En la revisión estructural se abandona definitivamente la idea de la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez y en paralelo desde el minuto cero estamos tramitando todos los temas de planeamiento para revertir los acuerdos del anterior equipo de gobierno con la suspensión del Pepri y la aprobación de unas normas transitorias que, entretanto, se aprueba el nuevo planteamiento nos permita ir dando licencias. Creemos que es importante que el Cabanyal tenga una vía propia con un plan especial específico que estará en esta legislatura y que impedirá nuevos bandazos en el urbanismo de este barrio. Los planes urbanísticos deben tener una vigencia que transcienda a los gobiernos. Tenemos voluntad de hacer un planeamiento perdurable. La época del ordeno y mando se ha acabado.
Joan Ribó ha dicho en alguna ocasión que su modelo de ciudad es Curitiba (Brasil) ¿Y el suyo?
A mi me gusta Valencia, es una ciudad abarcable, paseable, en algunos aspectos un poco popurrí pero no me gusta referenciarme en ninguna ciudad. Me gusta Valencia y quiero mejorarla y con un esfuerzo podemos completarla y ganar en calidad de vida, en el entorno urbano y en la movilidad sin grandes ínfulas que Valencia no necesita porque tiene muchos elementos atractivos.
