­Este domingo nos dejó un hombre luchador y comprometido. Un hombre que entendía el movimiento y la participación como algo propio. Un hombre estimado en su barrio. Me refiero a nuestro amigo y compañero Salvador Beltrán, Voro para los amigos, que falleció el pasado día 2.

Y hoy es un día muy triste para nosotras y nosotros, pues el movimiento vecinal pierde a uno de sus líderes y precursores, que iniciaba su andadura allá por los años 1970, cuando ni tan siquiera se podían denominar asociaciones de vecinos y vecinas, sino que surgió originalmente como agrupación de cabezas de familia... Muchos años han pasado desde entonces, se ha ganado en libertad y en pluralidad en los movimientos asociativos desde sus comienzos, y tras muchas batallas libradas junto a tantas otras personas, algunas de los cuales, tristemente, ya nos han dejado, nos gustaría reconocer públicamente que aquí, en Benimámet, han dejado su huella... Pues ha sido gracias al esfuerzo de Voro como presidente de esta Asociación y el del resto de personas que siempre han estado al pie del cañón, que en nuestro barrio tenemos la oportunidad de disfrutar de un centro de salud en condiciones, o un polideportivo, o del soterramiento de las vías, o de las zonas verdes, o de la biblioteca...

Y es que esta pedanía, tan alejada y tan olvidada, requiere de mucho esfuerzo y muchas horas, para que algunas, de las muchas necesidades que tenemos, se vean convertidas en realidad. Es por ese esfuerzo y esas horas invertidas en el bien común, que deseamos desde aquí rendir un homenaje a nuestro líder, presidente, compañero y, sobre todo, amigo Voro.