La Federación de Hostelería ha expresado su disconformidad con la nueva regulación impositiva de las terrazas y ha advertido que en caso de no llegar a un acuerdo con el ayuntamiento, presentará alegaciones y recursos judiciales. No obstante, el presidente de la entidad, Manuel Espinar, aseguró que el consistorio «lo tiene todo en revisión» y esperarán a que adopten una postura fija para tomar decisiones. Los representantes de la Federación de Hostelería se reunieron ayer con el Grupo Popular en el Ayuntamiento de Valencia para hablar, entre otras cosas, de las nuevas ordenanzas fiscales, que establecen tres nuevas zonas de terrazas y penaliza económicamente a las del centro de la ciudad para favorecer a las de la periferia, todo ello manteniendo la misma recaudación global.

Y es que los hosteleros no están de acuerdo con esta medida. Según Espinar, el primer punto de discrepancia es el criterio utilizado para trazar esas zonas, que es el valor del suelo. «No es un criterio fiable», dijo, prueba de lo cual es que «hay calles del centro que una tiene una tasa y la de al lado otra diferente». Recuerda, además, que la zona centro concentra el 60% de los empleados de hostelería de la ciudad, de manera que un aumento de los impuestos penaliza la economía y el empleo.

Y en última instancia, asegura que los hosteleros no son culpables de que el Ayuntamiento no tenga policía suficiente o el marcado de terrazas se les haya ido de las manos. «Si lo que quieren es minimizar el espacio que se ocupa, no pueden hacerlo por la vía económica», dijo. Por lo que se refiere a la posición que han encontrado en el equipo de gobierno, el presidente de los hosteleros aseguró que «lo tienen todo en revisión», por lo que están a la espera de una posición final para negociar y actuar en consecuencia. Si no se llegara a ningún acuerdo, Espinar asegura que presentarán alegaciones y posteriormente recurrirán a los tribunales.

Acciones del PP

Por su parte, el portavoz del PP, Eusebio Monzó, indicó que «tras la subida el IBI el pasado año, la reciente modificación de la ordenanza reguladora de mesas y sillas supone un duro golpe para un sector esencial en el desarrollo económico de nuestra ciudad».

Monzó trasladó a los representantes de la Federación de Hostelería su «preocupación por la proyección diseñada por el tripartito, cuya aplicación supondría incrementos abusivos de la tasa, a pesar de que la misma deba aprobarse en cada ejercicio». Así pues, anunció que «están estudiando nuevas acciones para evitar un nuevo incremento de impuestos que perjudique a la actividad económica de la ciudad».