La Junta de Desagüe de l'Albufera, responsable de los niveles del lago, achaca la actual escasez de agua en el «lluent» a que «a la zona de riegos de las ocho fronteras de los arrozales no llega a l'Albufera la suficiente agua para mantener los niveles en esta época del año y en concreto el nivel de la "perellonà", por lo que no podemos sacar agua de donde no la hay».
La institución añade que parte de la situación actual que vive l'Albufera, con uno de los niveles más bajos de los últimos años a pesar de que debería estar en su máxima cota, «es debido a los cotos de caza de los "vedats" de Silla, Sollana, Sueca y Cullera». Sobre todo el primero, añaden fuentes de la Junta de Desagüe, ya que «el primer vedat que inunda a saco es el vedat de Silla, utilizando l'Albufera como un embalse de cola, que es lo que Francesc Baixauli [exalcalde de Silla y denunciante ante la Fiscalía de los bajos niveles de l'Albufera] critica al llamarlo "una extracción ilegal de aguas", aunque no culpa a este coto de utilizar el agua de l'Albufera, pero sí acusa a la Junta de Desagüe de no tener los niveles pertinentes para mantener el nivel de perellonà». Por lo que se preguntan: «¿De dónde vamos a sacar el agua para mantener el nivel de la "perellonà"?».
Los arroceros que componen la Junta de Desagüe de l'Albufera acusan al denunciante, Francesc Baixauli de tener «una manía persecutoria» contra ellos al responsabilizarlos en sus denuncias de las mortandades de peces y de la desecación del lago registradas en octubre de 2014 y enero de 2015. En ambos sucesos la Junta de Desagüe niega tener ninguna responsabilidad. «En 2014 la mortandad de peces se debió a que no se quemó la paja del arroz y, al fermentar en el agua, creó un gas metano que afectó a los peces. Y en enero de 2015, la desecación se debió a los fuertes vientos de poniente en un hecho que es normal en l'Albufera, cuando las zonas altas quedan con un nivel bajo [de agua] y las zonas bajas con un nivel de 15 centímetros de agua sobre la cota cero».
También justifican la obligación que tienen de mantener las compuertas de las golas abiertas [otro hecho denunciado ante la Fiscalía] «porque se hace con el fin de salvar el pescado y facilitar la entrada del pescado del mar al lago. Siendo pescador y barquero, Baixauli debería de estar enterado del funcionamiento de los niveles de l'Albufera».
Por último, la Junta de Desagüe también critican a la concejala del PP en el Ayuntamiento de Valencia, Maria Àngels Ramón-Llin, que terció en la polémica sobre los niveles de l'Albufera, y lamentan que «utilice la situación de la Albufera para hacer política medioambiental desde el Ayuntamiento de Valencia, ya que poco se ha preocupado de los arroceros, en los años que ha estado en el Ciclo Integral del Agua». Y añaden que «los agricultores te tenemos en estima de tu época en la Consellería de Agricultura, pero el agua es apolítica, incolora e inodora, y no hay que aprovecharse de ella para hacer política».
