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El Taller

Enamorados del oficio de pastelero

El Taller de Juan Colomer y su equipo recibe la visita de clientes de toda la ciudad y otros municipios que buscan dulces de alta calidad a precios asequibles

Enamorados del oficio de pastelero

El Taller, situado en el barrio de Benimaclet (calle Guardia Civil, 10), es en Valencia un punto de referencia para quienes gustan de disfrutar de la pastelería, y la cocina dulce y salada. Su calidad, filosofía de trabajo y el cariño de su clientela han hecho que el boca a boca se extienda fuera de la ciudad, y que tengan ente sus fijos incluso a personalidades de la sociedad valenciana que recorren decenas de kilómetros para recoger sus pedidos.

Al final del día no queda nada de género y hay que espabilar si uno va con un pastel en concreto en mente. Sus hojaldrados, dulces o croissants se agotan y es recomendable hacer un encargo. El 75% de su clientela es de fuera del barrio. No son nuevos, llevan 10 años pensando y elaborando sabores, pero siempre están de moda.

La clave de este éxito se resume en una palabra: «oficio».

El cerebro e impulsor de El Taller, Juan Colomer, repite con pasión la palabra y disfruta reflexionado sobre la importancia de cuidar el oficio del horno y la cocina, de su valor humano, rechazando la frialdad de los números. Sabe de lo que hablar. Es la séptima generación de una familia vinculada al obrador, al cual venera.

«Cada día que empezamos a trabajar repetimos una frase: ´la felicidad de muchos es mayor que la de uno´». Y eso lo aplican de puertas para adentro, en su trabajo y ante el público. Juan que ha dedicado toda su vida al oficio, ha investigado y ha estado codo con codo con grandes de la cocina, con estrellas Michelin, y hace 10 años decidió buscar un lugar donde volcar su manera de vivir el oficio, que se traduce en el amor por la materia prima.

Lo que hay en las vitrinas es lo que se ha hecho por la mañana y al final del día no se guarda nada. Primero, porque no queda nada, y segundo porque no congelan ni meten nada en neveras. Dice que no quiere producir en masa para vender más, ya que prefieren realizar con cariño y cuidado lo que puedan abarcar cada jornada.

«Una vez le pregunté a un cocinero con tres estrellas Michelin qué era ser grande. El me respondió: ´Me lo preguntas tú, que la gente te abraza por la calle?». Ese es el resultado gratificante para El Taller, mientras cuenta otra de sus máximas: «no somos lo que decimos, somos lo que hacemos».

Juan se niega a hablar de sus productos. Aborrece el marketing y el vender imagen. «Yo no le vendo a mis clientes los productos, vienen ellos a comprarlo a mi casa». Le insistimos en que hable de esos sabores que gustan tanto y a cambio solo regala otro comentario sobre su profesión: «El oficio es muy importante porque el trabajo no da una forma de vida, da dinero. Pero el oficio forma parte de ti», eres según el oficio».

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