El viento abatió ayer un pino centenario del patio del Colegio público de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Lluís Vives, en la calle Cuenca. El árbol, se vino abajo ayer sobre las 9.15 horas de la mañana cuando ya habían empezado las clases. El árbol monumental, de más de una decena de metros de altura, afortunadamente se vino abajo mientras los 220 niños de esta escuela del barrio de Arrancapins estaban en sus aulas.

El pino está situado en la parte más alejada del los dos aularios del centro, con lo que la caída no ha causado daños en los edificios escolares. No obstante, si que ha provocado desperfectos en la valla y en uno de los edificios que rodean el patio interior de este colegio centenario. También ha levantado la pista deportiva del patio. Los servicios municipales de jardinería han informado al centro que retirarán el árbol caído durante las vacaciones escolares de Navidad, que arrancan este viernes. La lluvia también ha provocado filtraciones en el aula de informática de este colegio, donde se ha tenido que clausurar esta infraestructura, retirar los ordenadores y cubrirlos con un plástico para protegerlos del agua.

Por otro lado, el CEIP Soto Micó, la escuela pública más grande de Valencia con 825 alumnos, tuvo que suspender las clases en el aulario prefabricado del antiguo Parque de Artillería donde estudian sus alumnos del primer ciclo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Este centro de tres aularios a caballo entre los barrios de la Creu Coberta y l´Hort de Senabre, es uno de los dos únicos colegios públicos de la ciudad que 26 años después de la aprobación de la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo de España (Logse) aún conservan el primer ciclo de ESO debido a la falta de Institutos de Educación Secundaria (IES) en el distrito de Jesús.

En cuanto al único colegio del Cap i Casal integramente en barracones, el CEIP 103 de la avenida Baleares, las clases ayer se desarrollaron con relativa normalidad pese a las filtraciones en el aulario de Primaria. En los prefabricados del módulo de Infantil, al estar acabada ya la sobrecubierta no se registraron goteras. Sin embargo, en el bloque de Primaria, donde aún no han empezado las obras de protección contra las goteras, el agua si que entró en el aula de Psicomotricidad y en otras clases, aunque no en grandes cantidades como en las dos ocasiones que se ha desalojado el centro en lo que va de curso por las lluvias. Al no afectar las filtraciones al cuadro eléctrico los técnicos de la conselleria no observaron ningún riesgo para los alumnos, por lo que la jornada escolar comenzó a las 9 de la mañana como cualquier otro día.