«Valencia en Blanco y Negro» es un blog de Internet que desde 2008 rescata fotografías valencianas antiguas y las ubica en su espacio histórico. Allí podemos contemplar cómo ha evolucionado la ciudad y la huerta desde mitades del siglo XIX hasta la época actual. El famoso bloguero que ha conseguido las portentosas cifras de casi mil visitas diarias, procedentes de todos los puntos del planeta, es Julio Cob Tortajada, un valenciano nacido en Benicalap el 28 de noviembre de 1943.
Senén Tortajada, maestro de obras y bisabuelo de Julio, hizo algún dinero derribando varias fincas del barrio de Pescadores a principios de 1900 y lo invirtió en una casa en unos terrenos de la Huerta de Benicalap entre la carretera de Burjassot y la de Paterna. Bautizó aquella calle que él mismo había fundado como «Buen Retiro» inspirándose en los jardines madrileños, aunque los traductores actuales la denominen «Bon recés» en lugar de «Bon repòs». Su hija Trinidad se casó con el joven Joaquín Vicente Peñalbert en 1937, antes de su partida al frente de Teruel donde murió, siendo sepultado en el Rincón de Ademuz y naciendo un hijo de aquella unión, Joaquín.
Al acabar la guerra Trinidad conoció a Ángel Cob Morejón, natural de la Horra, junto a Aranda del Duero. Este burgalés había entrado a trabajar en la fábrica de «Cola Cortals» y se casó con ella, teniendo tres hijos más: Julio, Luchy y Ángel. Vivieron en el «Buen Retiro» hasta que el dueño de la empresa de bebidas, Francisco Llorens Salvador, se metió en el negocio inmobiliario en 1943 y construyó el «Edificio Balkis» en la avenida del Oeste en homenaje a la Reina de Saba. Allí se trasladaron todos, entrando Julio en los Escolapios como estudiante y después como botones en el «Butano», donde laboró 42 años seguidos y llegó a ser jefe comercial. Su servicio militar lo hizo en Ceuta y en 1960 conoció a su futura esposa.
Lucía Ferrer Rodríguez, nacida en la calle Norte, estudió secretariado en una academia de la calle Pizarro, consiguiendo pronto 600 pulsaciones por minuto. Rápidamente fue contratada por el emporio «Marcol» como secretaria de Abelardo Merlo, hermano del actor Ismael y tío de María Luisa Merlo. A los 12 años conoció a Julio, y tres años después ya entraba en casa con vistas a un matrimonio formal. La boda se celebró en el Pilar de Valencia, se instalaron en la calle Totana y tuvieron dos hijos: Raúl y Marina, que a su vez les han dado cuatro nietos: María, Vicente, Quique y Marina. Finalmente se trasladaron a la calle del Doctor Zamenhoff, frente al antiguo Matadero, cuya chimenea continua en pie frente a su balcón, donde cuelga una Senyera que evidencia su compromiso valencianista.
Aunque Julio no habla demasiado de su hijo Raúl, por otras fuentes descubrimos que se trata de un chef excepcional que después de ser fichado en Qatar, como los buenos futbolistas, ha recalado en Michigan, Estados Unidos, dejando bien alto el pabellón de la gastronomía valenciana. Es uno de tantos valores extraordinarios que se han buscado la vida fuera de un país que no sabe reconocer a sus genios, seguramente a causa de la mediocridad de sus políticos. Raúl Cob Ferrer triunfa en el extranjero con el duro precio de separarse de su familia, después de haber deslumbrado en el restaurante El Cabanyal de la calle de la Reina.
Prejubilado a los 57 años, Julio se inscribió en la Universidad Senior de la Politécnica, bebiendo en la sapiencia de maestros tan ilustres como Aparicio, García Sala o Ballester Olmos. A partir de estas actividades culturales, y por su gran afición a la historia, nació el blog «Valencia en blanco y negro» que hoy le ha dado fama internacional. De allí surgieron dos libros impecables: «Rincones de Valencia» y «Valencia en Blanco y Negro», cuando su buen amigo Rafael Solaz, cronista invicto de Valencia, le presentó al audaz editor Marc Gonzalo Zacarés. Pronto esos volúmenes se convirtieron en un referente para los amantes de la historia íntima de la Valencia más entrañable.
Julio se maneja en Internet con una soltura admirable y maneja varios blogs monográficos, además de su Facebook. Pero la perla de su corona es el «Valencia en Blanco y Negro» que tantas informaciones importantes ha rescatado del pasado. Salinger escribió «El guardián entre el centeno» imaginándose como defensor de la juventud. Cob es el guardián entre el arroz valenciano de nuestras esencias patrias más añejas, como un Holden Caulfield intrépido al borde del precipicio del olvido. Nosotros los valencianos jugamos en un inmenso campo de arroz como niños sin memoria, y allí está él, haciéndose presente en su blog prácticamente cada día, para salvar nuestro pasado. Él sabe, como Salinger, que es una auténtica locura pero es justamente lo que verdaderamente le apasiona. Y encima tiene la enorme gallardía de hacerlo con pulcritud, seriedad y rigor exacto.
