El grupo parlamentario del PP en las Corts acusó ayer al president de la Generalitat, Ximo Puig, de «echar la culpa a otros para ocultar su incapacidad» para acabar la línea de metro T2, al tiempo que criticaba que «sí que tenga dinero para subidas de sueldo o contrataciones de altos cargos en Ferrocarrils». El portavoz popular de Infraestructuras en la cámara autonómica, Alfredo Castelló, reprochaba en un comunicado al jefe del Consell que se queje de falta de dinero pero, al mismo tiempo, «pida al estado gestionar Cercanías». Según Castelló, «no solo no se acaba la T2 sino que se está degradando a marchas forzosas por su escaso mantenimiento», y recordaba que la mayor parte de la inversión „ casi 200 millones„ ya se hizo en su momento y ahora faltan 130 millones para ponerla en marcha.

«El problema no es de dinero, es de falta de voluntad política y de capacidad de gestión», abundó, el diputado, quien considera que la Generalitat «más allá de salir en prensa» debería «trabajar, sentarse a dialogar, establecer plazos y aportar fondos para cofinanciarlo». A su juicio, «con Puig y Oltra hay falta de gestión, dejación de responsabilidades y nula voluntad por concluir esta infraestructura importante para la ciudad de Valencia», e incidía en que «es cuestión de prioridades». «Mientras el Consell destina 384 millones en los presupuestos para crear nuevos entes y organismos públicos y para subirse el sueldo y colocar a sus amigos, no invierte un euro en la T2», zanjaba Castelló.

Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) sacó el martes a concurso por un precio base de licitación de 1,3 millones de euros y una vigencia de dos años, un contrato de «mantenimiento preventivo, correctivo y ejecución de obras accesorias a la infraestructura de la futura T2». Esos trabajos de mantenimiento incluyen la vigilancia de las estaciones y túneles ya construidos y el mantenimiento de los mismos, pues en ocasiones se han producido desperfectos derivados, por ejemplo, de la entrada de agua de lluvia y la consiguiente inundación.