Ni siquiera en el mundo de las campanas existe la unanimidad. Y prueba de ello es que, por ejemplo, al grupo de Campaneros de la Catedral de Valencia le surgió una escisión tiempo atrás. Son los Campaneros Artesanos Ibéricos, que se han dirigido al ayuntamiento para tomar parte y dar su particular versión a la polémica suscitada por el hecho de que el consistorio haya obligado a acallar el tañido de campanas en iglesias del centro de la ciudad tras la interposición de denuncias por parte de vecinos y por la consiguiente aplicación de la Ordenanza Municipal contra la Contaminación Acústica aprobada en el año 2008.

Su presidente, Vicente Casañ, aseguraba ayer desde Alemania que la opción de disminuir la potencia sonora de las campanas «es posible. Por lo menos, ahora mismo, aquí se está experimentando. Alemanes, holandeses y belgas están desarrollando prototipos para que, en los repiques, el impacto sonoro sea menor». Para ello habría que acondicionar la mecanización de los mismos. «Si las campanas funcionan con corriente alterna, la solución podría residir en instalar un variador de frecuencia para que la fuerza de atracción que ejerce el imán fuera menor y se disminuyera la velocidad de impacto del martillo». si los repiques funcionan con corriente continua «la solución podría consistir en sustituir la bola del martillo por otra más pequeña, para que la masa al impactar en la campana tuviera una fuerza de impacto menor. O bien modificar las bovinas del electroimán para que la fuerza de atracción y, por consiguiente, la velocidad, fuera menor». «Son, en todo caso, prototipos, en proceso de investigación, que podrían empezar a funcionar en un año. Técnicamente es viable. También otra cuestión será el coste».

Los campaneros de la Catedral, por contra, discrepan de la posibilidad de que se puedan llevar a cabo medidas que atenúen la potencia del sonido „no válido si oscila entre 60 decibelios de día y 35 de noche.

Sorpresa porque la ley es de 2008

Desde el ayuntamiento se ha defendido reiteradamente que lo único que se ha hecho es cumplir con la legalidad y hacer cumplir las normas al mediar una denuncia por medio „lo contrario podría derivar en un verdadero problema legal„. Más aún, en el consistorio se mostraba una cierta sorpresa por el hecho de que esta cuestión hubiese generado contestación social cuando en anteriores legislaturas también se han llevado a cabo medidas similares, siguiendo las pautas marcadas por los técnicos

Un mapa con particularidades

Según la postura de Campaneros Ibéricos, «es probable que la solución esté en el acuerdo general y la participación de los vecinos. Posiblemente, que la norma sea la misma para toda la ciudad sea el problema. Quizá un mapa, con las particularidades de cada zona, igual que existe de zonas saturadas por ruido y zonas que no. No es lo mismo un campanario junto a un hospital que otro en una zona donde casi no hay vecinos», aunque también reconoció que «aquí en Alemania, por ejemplo, de noche no se escucha nada. Durante el día hay más concesiones».

S. Nicolás paraliza un proyecto

Curiosamente, la iglesia de San Nicolás, que fue conminada a dejar de tañer por superar los umbrales, ha decidido paralizar un proyecto que tenían de construir una plataforma de madera en lo alto del campanario que favoreciera los repiques manuales, que se reestrenaron hace un año en unas condiciones complicadas de manejo.