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La entrada en vigor del cambio de nombre de València, que tras su publicación en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), se escribirá unicamente en valenciano, no obligará a cambiar la rotulación de la ciudad o de los accesos a la misma por las distintas vías de comunicación. El Ayuntamiento de València ha asegurado que todo el material de oficina lleva los membretes en valenciano desde hace años y lo mismo ocurre con la cartelería de la ciudad. Y para el material o los carteles que no estén escritos en valenciano, su opción es mantenerlos así hasta que se agoten o se rompan, para luego encargar el nuevo material ya con la rotulación correcta.

Esta actitud se trasladará igualmente al resto de administraciones, como el Gobierno central o la Diputación Provincial de Valencia, que gestionan, por ejemplo, las carreteras. El expediente se trasladará ahora a la Delegación del Gobierno para su conocimiento por parte de la administración central, pero el consistorio no pedirá que se cambien de forma inmediata los rótulos escritos en castellano. Su posición es dejar que ese material agote su vida útil y que el nuevo material se incorpore ya con el topónimo en valenciano.

Todo en orden

En realidad, el cambio de nombre no supondrá un gran cambio en la práctica diaria de las administraciones. Quieren que sea así para que una medida lingüística como ésta no suponga un coste a las administraciones, empezando por el propio ayuntamiento, que ya en el año 2009 abordó una regulación del uso del valenciano que introdujo cambios en el material administrativo del consistorio. La previsión es que todo siga igual e ir cambiando los rótulos cuando se cambien las cosas por el final de su vida útil.