El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, aseguró ayer que la solución a los 430 millones de euros de deuda que tiene el Consorcio Valencia 2007 «se debe buscar entre las tres administraciones públicas» implicadas. Esto es, Gobierno, Consell y Ayuntamiento de Valencia. Moragues se pronunció en estos términos en declaraciones a los medios de comunicación tras presenciar la «mascletà» desde el Ayuntamiento, al ser preguntado por la petición del alcalde de la ciudad, Joan Ribó, de que el Estado condone la deuda de la Marina y por el plan estratégico de este sector.

En relación con la deuda, Moragues recordó que cuando en 2007 se constituyó el Consorcio, el Gobierno del PSOE decidió pedir un préstamo en vez de hacer una inversión directa en obras e instalaciones, con lo que a día de hoy, 10 años más tarde, hay una deuda de unos 430 millones de euros.

El Gobierno central, dijo, reconoce la «insostenibilidad» de la deuda del Consorcio pero, insistió, «estamos las tres administraciones públicas». «No es una cuestión de que solo una administración busque la solución, sino que hay que buscarla entre las tres administraciones». «Las tres administraciones estaremos de la mano junto a la dirección del Consorcio para buscar una solución financiera», repitió.

Moragues insistió en que desde el Ejecutivo van a poner «todo» lo que esté en su mano para buscar una solución a este problema. «Sabemos de la insostenibilidad de la deuda, hay que buscar una solución. No hay una única administración pública, estamos las tres y tenemos que trabajar para la búsqueda de esa solución».

Hasta ahora, subrayó el delegado, «la única administración que ha pagado era el Tesoro en su condición de avalista». Respecto al plan estratégico, destacó que «se trata de que se hagan estos planes para beneficio de la ciudad y la comunidad reconociendo la importancia de la Marina en todos los niveles, el turístico, social, cultural».

Sobre la convocatoria del próximo consejo rector, una vez designado al interlocutor del Gobierno, Moragues dijo que «será en las próximas fechas».

Las valoraciones sobre la nueva estrategia del Govern de la Nau para la Marina Real Juan Carlos I (ahora Marina de Valencia) también llegaron ayer por parte del PP que aseguró que el alcalde, Joan Ribó, «no ha hecho nada para avanzar en el desarrollo de la marina».Su único «logro» ha sido gastar dinero público en el cambio de nombre y de logotipo». Un logotipo que según el concejal del PP, Alfonso Novo, se puede confundir con el de su partido. La nueva imagen de la marina prescinde del icono del Veles e Vents sustituyéndolo por el símbolo de una ola, que según el PP se puede confundir con la gaviota de su formación políca. El anterior logotipo, con la silueta del Veles e Vents, «era más ilustrativo y más reconocible que el nuevo», del que ha advertido que «tiene unos trazos que podrían confundirse o asimilarse con cierta marca política».

Según Novo, el plan estratégico presentado ayer «recoge en gran medida casi todo el trabajo que hizo el anterior equipo gestor del consorcio Valencia 2007 presidido por Rita Barberá». El plan de usos impulsado en la etapa del PP incluía grandes espacios abiertos, zonas verdes, un hotel junto al edificio del Reloj, un varadero, más amarres para embarcaciones deportivas, nuevas dotaciones públicas y nuevos enclaves para que se asentaran empresas tecnológicas.

Novo señaló en este sentido las contradicciones de Joan Ribó del que dijo ha cambiado radicalmente su opinión sobre los usos de esta infraestructura. Cuando estaba en la oposición, a Ribó «le horrorizaban los hoteles en suelo público, denostaba todo los relacionado con deportes náuticos, o denigraba que la iniciativa privada pudiera gestionar el Veles e Vents».