Los vecinos de los barrios del Marítimo valoraron ayer la puesta en marcha de un plan de participación para definir la estrategia de los próximos años para la Marina Real Juan Carlos I cuyas líneas maestras presentó este martes el alcalde, Joan Ribó. Para los vecinos de Natzaret el plan presentado esta semana tiene aspectos positivos y otros más cuestionables como la construcción de un edificio en altura para usos mixtos hoteleros y comerciales a espaldas de la antigua Estación Marítima. En todo caso, los vecinos aseguran que la estrategia depende en gran medida de que resuelva el problema de la deuda de 440 millones del consorcio.

Entre los aspectos positivos, apuntó el portavoz de los vecinos de Natzaret, Julio Moltó, el plan de movilidad para mejorar la accesibilidad a la marina que, a juicio de los vecinos, en la actualidad es un «inmenso ´parking´ libre, plagado de obstáculos y mal iluminado». La idea de recuperar el circuito urbano como zona verde y de uso peatonal ha sido bien acogida por los vecinos de Natzaret que reclaman la mejora de la conexiones con el barrio y con el futuro parque de desembocadura.

En relación a este parque los vecinos van a pedir al puerto y al consistorio que dentro de este parque se contemple la posibilidad de crear una torre-mirador que permita recuperar la visión del mar. El proyecto del parque de desembocadura es fruto del acuerdo alcanzado hace dos semanas por el Ayuntamiento de Valencia y la Autorida Portuaria de Valencia, por el cual el puerto cederá el uso de más de 80.000 m2 de suelo para la creación de esta gran zona verde en la frontera con la ciudad compensando así la destrucción de la playa de Natzaret por la ampliación del puerto de los años 80.

Los vecinos de Natzaret también solicitarán al Consorcio, cuyo objetivo es convertir la marina es un espacio de dinaminzación y vertebración de los barrios del marítimo, la cesión de la antigua base deportiva del Alinghi para crear un hotel de asociaciones, donde los vecinos puedan celebrar sus reuniones y actividades.

La idea de una torre-mirador en la fachada marítima también ha sido planteada en las reuniones de las asociaciones de la PLataforma El Litoral per al Poble.

Valencia tiene en su haber un triste precedente de torre-mirador de la rotonda de la avenida Cataluña, donde se gastaron millones de euros y que lleva años sin uso porque ninguna administración quiere asumir su mantenimiento.