Tres de cada cinco edificios municipales puede considerarse totalmente adaptado para personas con problemas de movilidad, mientras que los otros dos están lejos de lo que marca la normativa en materia de accesibilidad. Eso se desprende de la auditoría llevada a cabo por el Ayuntamiento de València sobre la accesibilidad en las dependencias propiedad del consistorio. En los últimos meses se han auditado hasta 307 recintos, con 337 usos diferentes. Tres de cada cinco, un 62,54%, están totalmente adaptados tal como se desprende del estudio. Uno de cada cinco - un 18,89%- está parcialmente adaptado , mientras que uno de cada cinco ­- un 18,57% - no está adaptado o el grado de adaptación es muy reducido. «El Govern de la Nau persigue con esta radiografía trabajar en la corrección de los déficits que se arrastran desde hace años», apunta Sergi Campillo, concejal de Govern Interior.

Los puntos más fuertes, según se desprende de la auditoría, se aprecian en las instalaciones destinadas a los cuerpos de Bomberos y Policía Local, así como en Bibliotecas y espacios de uso docente. Por contra, las construcciones que presentan más deficiencias y por tanto cabe reforzar son las juntas de distrito municipal, así como los museos. En este último caso, cabe recordar que la mayoría se encuentra enclavado en monumentos históricos lo que comporta una dificultad añadida. «Tenemos un compromiso firme con la accesibilidad de los edificios municipales», apunta Campillo. Incide, además, en que desde el primer dia del mandato de Compromís, PSPV y València en Comú «hemos querido mejorar en ese aspecto para que los vecinos y vecinas de la ciudad puedan acceder a estos edificios sin ningún tipo de problema y para que tanto visitantes como trabajadores y trabajadoras puedan hacer un uso adecuado sin problemas».

Ningún gasto extra

«La auditoria, que comprende a más de 300 edificios, es muy potente y nos permite saber cuál es el estado exacto sobre el que hemos de trabajar», según Campillo. «Hubo una idea inicial del grupo municipal Ciudadanos que reconvertimos para poder conseguir los resultados que ahora tenemos encima de la mesa», señalaba. El chequeo a las dependencias de propiedad consistorial no ha supuesto ningún gasto extra, al haberlo llevado a cabo el personal municipal del departamento de arquitectura. «En muchos casos hemos podido realizar ya actuaciones de mejora y en muchos otros, en función de la disponibilidad presupuestaria continuaremos haciéndolo para corregir las carencias existentes. Al Govern de la Nau le preocupa este tema y tenemos un compromiso fuerte para avanzar y conseguir que los edificios municipales respondan a las necesidades de la ciudadanía», explica el concejal de Compromís.

Difícil en edificios históricos

El examen que han tenido que pasar los edificios mide aspectos como si hay ascensor, rampas, así como las medidas de las circulaciones interiores con el objetivo de comprobar si una silla de ruedas puede acceder sin problemas. La Ley de 1998 de la Generalitat Valenciana para la supresión de las barreras arquitectónicas y urbanísticas conmina a desarrollar las condiciones básicas para la no discriminación en el acceso y la utilización de los espacios públicos urbanos. Así, obliga a una accesibilidad exterior del edificio, a un itinerario accesible, unas exigencias en cuanto a servicios higiénicos, también el mobiliario adecuado para la atención del público, las plazas reservadas a los usuarios en sillas de ruedas. No solo eso, también a que la información y señalización tenga bandas señalizadas visuales y táctiles tanto en el pavimento como en el relieve.