La Concejalía de Protección Ciudadana ha puesto en marcha una campaña para controlar la venta de bebidas alcohólicas a menores y, consecuentemente, el posterior botellón. También se están impartiendo charlas en los institutos para informar de las consecuencias de beber alcohol. Son algunas de las pocas medidas, unidas a la presencia policial, que se pueden adoptar actualmente contra este creciente problema de convivencia. De ahí que se esté trabajando ya con la Universitat de Valencia para organiar un congreso que analice todas estas cuestiones y sirva de punto de partida para elaboar la futura Ordenanza de Convivencia, que existe en otras ciudades pero no en Valencia.
El año pasado la Policía Local impuso 333 sanciones por consumo de alcohol y drogas en la calle. Son casi la tercera parte que el año anterior, cuando el número de multas fueron 826. En consecuencia, el Grupo Popular en el Ayuntamiento de Valencia preguntó por los motivos de esta reducción y la respuesta es sencillamente un cambio en la política policial, «más preventina y menos coercitiva».
Según la concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzato, las sanciones no conducen a nada, pues además de que son difíciles de imponer en unas condiciones de masificación de personas, luego hay que demostrar analíticamente que se está consumiendo alcohol, un procedimiento que resulta muy costoso. Hay sentencias en la práctica totalidad de las comunidades autónomas que anulan sanciones de botellón porque esa analítica no se ha hecho o se ha hecho sin las debidas garantías.
Así pues, en la Concejalía de Protección Ciudadana se ha optado por otras vías más preventivas a la espera de abordar el problema de una forma integral. En principio, se ha aumentado la presencia de las patrullas nocturnas en los lugares donde habitualmente se hace botellón. Se trata de evitar la «proliferación y reunión» de personas, todo ello primando la información sobre la sanción, dice la respuesta al Grupo Popular.
Y además «se está llevando a cabo una campaña de prevención de venta de alcohol a menores», para lo cual se están realizando inspecciones a los locales de venta de alcohol «para que cumplan taxativamente la legislación vigente en cuanto a menores». También se están haciendo controles sobre la publicidad para evitar mensajes que inciten al uso y abuso de estos productos en los términos que marca la ley.
En cualquier caso, Menguzzato anunció la próxima celebración de un congreso sobre convivencia en colaboración con la Cátedra sobre Policía Local redcientemente creada en la Universitat de Valencia. En ese congreso, que podría realizarse a finales del mes de abril o principios de mayo, se sentarán,además, las bases de lo luego será la primera Ordenanza de Convivencia de Valencia, un documento que, según Menguzato, existe en otras ciudades de España pero no aquí.
«En el congreso queremos trabajar con la Universitat y conocer las experiencias de otros municipios con el botellón, que es un asunto que afecta a todo el país, y consultar a los expertos sobre la manera de abordar este problema desde todos los ámbitos», dijo la concejala, que advirtió, una vez más de que «este problema no afecta únicamente a la Policía Local, sino a muchas otras áreas del ayuntamiento.
Y por lo que se refiere a la futura ordenanza, la idea es recoger el problema del botellón y todos los problemas que perturban la vida de los vecinos, como el ruido nocturno, las terrazas, las mascotas, las fiestas etc.
«No será una oredenanza de multas, porque se ha demostrado que las sanciones no acaban con el problema. Tenemos que abordar los problemas de una manera más transversal y preventiva», insistió la concejala.
