El alcalde de Valencia, Joan Ribó, acompañado por la concejala y presidenta de la Fundación Turismo València, Sandra Gómez, participó ayer en la apertura oficial de la reunión del grupo de trabajo de la Ruta de la Seda de la Organización Mundial del Turismo. Este encuentro reúne a representantes de 33 países que apuestan por convertir la Ruta de la Seda en una marca ligada a un turismo innovador, sostenible, responsable y colaborativo de profundas raíces históricas y culturales, del que Ribó dijo que debe servir «para conocer y ampliar horizontes, para descubrirnos, reconocernos y apreciarnos mejor en nuestra diversidad, reforzada por la generosidad, la solidaridad y la tolerancia. València quiere seguir contribuyendo a que los valores de la Ruta de la Seda continúen sirviendo en este momento histórico en el que abunda el desencuentro y se alzan barreras entre los pueblos. Barreras de exclusión e insolidaridad que el intercambio y el conocimiento mutuo pueden ayudar a derribar también a través de un turismo mundial que estimule el desarrollo sostenible, responsable y colaborativo, un movimiento que abra las naciones y ensanche las mentes».