El Cabanyal empieza a ser un barrio de moda que atrae a artistas, turistas y estudiantes. Los alquileres todavía son asequibles, entre 400 y 500 euros al mes, aunque ya se empiezan a ver casos de propietarios de casas antiguas que arriendan habitaciones por 350 euros al mes. Uno de los recelos que se repite entre los nuevos vecinos del Cabanyal es que el barrio se convierta en el sitio de moda y acabe perdiendo su esencia. Es la polémica gentrificación de los barrios históricos, un fenómeno que ya se ha dado en zonas como el Carmen y Russafa. Entre los nuevos vecinos del barrio, hay algunos que afirman haber recibido llamadas de inmobiliarias de la zona ofreciéndoles comprar su casa (algo que no pueden hacer pues una de las cláusulas de la subasta es que las viviendas no se vendan en diez años). El gerente de la Sociedad Plan Cabanyal, Vicente Gallart, confirma el gran interés de las inmobiliarias por las casas de alquiler, un mercado para el que hay cada vez más demanda pero poca oferta porque, por un lado, muchas de las viviendas vacías no están en condiciones, y las que sí lo están no se alquilan. «La cultura de alquiler -afirma Gallart- es reciente y hay vecinos, sobre todo los mayores, que prefieren tener las casa cerradas que alquilarlas.
