La Interagrupación de Fallas tendrá, el próximo mes de mayo, elecciones y con candidaturas enfrentadas, algo muy poco habitual en este colectivo. Al actual equipo que preside Jesús Hernández Motes le ha salido un rival desde la misma directiva: Fernando Manjón, de la Agrupación de Gran Vía y que hasta ahora pertenecía al equipo de trabajo (recientemente formó parte de la reunión mantenida con la Federación de Hostelería). Motes concurrirá, salvo sorpresa, con su actual directiva al completo (Juan Bosco Miquel, Pedro Pons, Guillermo Serrano, Jordi Palanca, José Ynat, Nico Garcés, José Pastor...), mientras que Manjón aún no ha anunciado su equipo (acaba de formalizarse la candidatura), aunque sí que es de sobra conocido que forma parte de un grupo de afines en el que están, entre otros, Julio Torras, Miguel Guillot, José Miguel Calap, Pedro Rubio e incluso el actual vicepresidente de la JCF, José Acosta. Tanto un líder como el otro son falleros muy conocidos en los ámbitos falleros, con un dilatado historial.

La Interagrupación tiene su particular sistema electoral: ni votan los falleros ni las comisiones, sino tan sólo los 22 presidentes de Agrupación. Alcanzar 12 es la cifra necesaria y tiene el mismo valor una Agrupación con media docena de comisiones que otra con treinta. Las elecciones deberán celebrarse, normalmente, en el primer tercio del mes de mayo. La actual directiva, con sus actuales miembros, controlaría agrupaciones como Benicalap-Campanar, Sagunt-Quart, Rascanya, Marítimo, Quatre Carreres, Russafa o Botànic; mientras que a la de Manjón se le presume ascendencia sobre Gran Vía, Seu-Xerea-Mercat, Centro, Carmen, entre otras, pero quedarían todavía muchas en juego.

Un momento importante

Las elecciones no han sentado nada bien en la Interagrupación. Tradicionalmente, y siguiendo el «espírituo Pepe Monforte», las transiciones se han realizado sin elecciones, por aclamación, salvo en el año 2011, en que se la jugaron entre Vicente Sáez y Josep Chiral, ganando este último aunque su mandato posteriormente fue breve. Fue el tiempo más convulso de las agrupaciones, que llegaron a escindirse en dos entidades (Interagrupación y Unión de Agrupaciones del Cap i Casal).

Estas elecciones son especialmente interesantes porque supone acabar la legislatura de Pere Fuset y porque, durante la misma, se tiene que celebrar el Congreso Fallero y, con él, el debate sobre la conveniencia o no de que las fallas permanezcan dentro de la tutela municipal. No faltarán, durante estas semanas, la «etiqueta» de mayor o menor afinidad de un grupo u otro con la concejalía de fiestas. Curiosamente, en las últimas semanas se había rumoreado la posibilidad de que Manjón pasara a formar parte de la directiva de Pere Fuset en un intento de atraerse a este grupo, que tiene una notable presencia en la fiesta.

La relación de la concejalía con la actual directiva de la Interagrupación es irregular, puesto que se han combinado los acuerdos con los desencuentros, tanto felicitaciones en público como reproches a la gestión.