La mejora del servicio del transporte público. Esa es la clave a la que apuntan los alcaldes de la Pobla de Vallbona, Llíria y l'Eliana, tres de los municipios del Camp de Túria a los que más puede afectar la decisión adoptada por Giuseppe Grezzi de prohibir el aparcamiento en el carril bus por la noche en València.

Los vecinos de estas localidades, al igual que los de gran parte de l'Horta, habitualmente suelen ir al cap i casal para aprovecharse de su oferta de ocio. Pero la escasa oferta de transporte público para llegar a la capital o volver de ella, o simplemente para desplazarse una vez allí, provoca que habitualmente tengan que coger su automóvil privado. Así lo reconoce por ejemplo Josep Vicent Garcia, alcalde de la Pobla de Vallbona por parte de Compromís, el mismo partido de Grezzi. «Yo habitualmente uso mi vehículo propio, aunque creo que debería apuntarse cada mez más al servicio público», señala.

«Creo que el transporte privado debe ir reduciéndose, que no eliminándose, y que deje de ser preeminente, dando paso a lo público y no motorizado, con lo que todo lo que sea fomentar el transporte público es bueno», explica Garcia. No obstante, apuntilla que «es bueno combinarlo con el transporte privado» y que «erradicar cualquier opción es erróneo». Aludiendo directamente a la decisión adoptada por Grezzi, se remite a que le interesan «las soluciones, no las polémicas», aunque incide en que para que sea viable «es evidente que debería haber más transporte público por la noche» o «tarifas de garaje más adecuadas». «Si cada uno mira el interés particular no se hace nada», culmina el alcalde de la Pobla de Vallbona apelando al consenso en movilidad sostenible.

En un sentido similar se manifiestan Manuel Civera y Salvador Torrent, los alcaldes socialistas de Llíria y l'Eliana, otras de las localidades del Camp de Túria muy vinculadas a València.

«Creo que hay que regular el tráfico, pero también hay que facilitar a la gente la posibilidad de llegar a València», indica Torrent, que insiste en que la prohibición de aparcar en el carril bus de noche no es negativa «si viene acompañada de un aumento de la frecuencia de transporte público». «La administración debe proporcionar esa mejora del servicio público», matiza.

Por su parte, Civera insiste en la necesidad de apostar por el transporte público: «Si se hiciera una gran inversión dejaríamos los coches y utilizaríamos el autobús o el metro, que además es lo más recomendable». «Hay que intentar regular para favorecer al máximo número de gente y armonizar, y parece que si no hay una alternativa de transporte público adecuada, esto incidirá mucho en la hostelería», advierte. Eso sí, «es difícil meterse a opinar de lo que haga otro municipio porque no se tienen los datos completos», reconoce el alcalde de Llíria.