"Son unos presupuestos discriminatorios con los que Rajoy quiere castigar a los valencianos". Con esta contundencia se ha referido esta mañana Joan Ribó, alcalde de Valencia a los Presupuestos Generales del Estado presentados ayer en el Congreso. Ribó, que ha comparecido acompañado de los portavoces de los tres grupos que sostienen el gobierno municipal, ha asegurado que las cuentas estatales "son de extrema gravedad" y además encierran una trampa, pues comparan las cifras de 2017 no con las cifras de 2016, sino con el presupuesto ejeciutado en 2016, que fue del 47%.

Ribó asegura que el recorte se ha producido en todos los campos y además no ha levantado el corsé que les impide invertir lo que acumulan de superávit en sus propias cuentas. "En lo único que aumenta la inversión es en prisiones", ha dicho el alcalde, quien sospecha que lo hacen para albergar a los futuros inquilinos de las mismas, en referencia irónica a los miembros del PP acusados de corrupción.

Ahora, el ayuntamiento se coordinará con la Generalitat Valenciana para promover algún tipo de protesta "potente"