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El carril bus en otras ciudades

San Sebastián también tuvo a su 'Grezzi'

?Hace cinco años Jon Albizu impulsó la prohibición de aparcar en el carril bus de Donosti, pero PP, PSOE y PNV se unieron para «legalizar» esta práctica

San Sebastián también tuvo a su 'Grezzi'

Descolgar el teléfono y preguntar en diferentes ciudades españolas si está permitido aparcar, en algún momento del día o la semana, en el carril bus, es un buen ejercicio para calibrar hasta qué punto la normativa actual de València provoca asombro e incredulidad en otros lugares del Estado. Pero si insistes, al final encuentras excepciones como la del «cap i casal». El ejemplo más significativo es el de Barcelona. En 2010 el socialista Francesc Narváez amplió el horario para estacionar en diez tramos de carriles bus de la ciudad condal, desde las 21 horas hasta las 7 de la mañana. La medida sigue hoy en vigor.

Pero si hay un caso que recuerda particularmente al proceso que está viviendo ahora València, ese fue el de San Sebastián. En 2012 el concejal de EH Bildu, Jon Albizu, consiguió mantener durante seis meses la prohibición de aparcar en dos carriles bus de Donosti, los dos únicos donde no se respetaba el transporte público. Sin embargo, PP, PSOE y PNV se unieron para «legalizar» esta práctica y satisfacer los deseos de la hostelería. Eso sí, el horario se limitó de 23 horas a 6 de la mañana y sólo los fines de semana, horquilla más restrictiva que la que impulsa Giuseppe Grezzi (de 22.30 a 7h) en aquellos lugares donde aún se permitirá estacionar los siete días de la semana.

«Las calles San Martín y Zubieta son muy céntricas y están junto a una zona de ocio muy concurrida. Lo que pasaba es que los fines de semana los clientes de estas zonas ocupaban sistemáticamente los carriles bus. Básicamente el problema se concentraba en estas dos vías y el problema que no existía ningún punto en la ordenanza que lo regulara, por lo que tomé la decisión de prohibirlo», explica Albizu, entonces concejal de Movilidad del ayuntamiento de San Sebastián. «Me parecía una imagen un poco tercermundista que se pudiera aparcar, pero lo peor es que los bares de la zona se creían que habían adquirido el derecho para que sus clientes aparcaran. Decían que no molestaba a nadie y daba servicio a mucha gente, pero la realidad es que en esas calles funcionaba el autobús toda la noche», relata el exconcejal de EH Bildu, que hoy es miembro de las Juntas Generales de Guipúzcoa.

Albizu asegura que, ante su propuesta, el sector de la hostelería protestó enérgicamente, «un lobby muy bien relacionado con la política», asegura el miembro de EH Bildu, que prosigue: «El primero que se puso loco fue el PP. Decían que íbamos contra los coches. Luego se unieron el PSE y el PNV. De hecho el PSOE ponía como ejemplo la València de Rita Barberá... Pero como era una potestad mía como concejal, tiré para delante y durante seis meses conseguimos acabar con el aparcamiento indebido en el carril bus. Aguanté todas las presiones de hosteleros y medios».

Pero con lo que no pudo Jon Albizu fue con la aritmética política. EH Bildu gobernaba en minoría el Ayuntamiento de Donosti, por lo que PP, PSE y PNV se unieron para modificar la ordenanza municipal y aprobar el estacionamiento en estas dos calles. Solo de 23 horas a 6 de la mañana, y únicamente fines de semana y vísperas de festivos. «Los grupos de la oposición cambiaron la ordenanza de tráfico, a pesar de que en el expediente constaba un informe desaconsejando tales prácticas porque generaba inseguridad jurídica y porque chocaba con cualquier concepto de movilidad sostenible. Así que mi medida duró seis meses», se lamenta Albizu.

Durante el tiempo que funcionó la prohibición y a pesar de las amenazas de los hosteleros, Albizu asegura que no hubo «ningún despido». «Tampoco quisieron acuerdos con aparcamientos, decían que eso 'ya es pagar, y si pagan el aparcamiento no se le gastan en copas'», explica.

Ese argumento y el horario impuesto por el resto de grupos políticos ha consolidado, según el exconcejal de EH Bildu, «un modelo en el que se permite aparcar para ir a beber, algo que choca con el abc de la seguridad vial».

Con el tiempo, Albizu lamenta que quienes han perdido realmente «han sido los vecinos». «Los hosteleros han adquirido un derecho y es peligroso, porque PP, PSE y PNV utilizaron el espacio público en función de los intereses privados. Eso merece una reflexión importante. Por eso desde aquí mando todo mi apoyo a Giuseppe Grezzi porque hay que defender el espacio público», señala.

La del carril bus fue la única medida que la oposición le tumbó a Albizu, asegura el político de EH Bildu. «Hoy Donosti es una maravilla para la bici y una ciudad sostenible en este sentido», explica.

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