En los últimos tiempos el deporte ha tomado las calles de València como consecuencia del auge de la práctica de disciplinas como el running o del aumento de los desplazamientos en bicicleta o patines, como alternativa sostenible. El resultado: el número de pruebas previstas en la vía pública ya supera el número de semanas del año y la ciudad no puede asumir más. Este es el argumento que el ayuntamiento concreta para denegar la petición de una Marxa Cicloturista Clàssica, cuyos organizadores, el Club Ciclista Siete Picos querían celebran el día 22 de octubre.
El departamento que otorga los permisos para ocupar la vía pública recuerda en su resolución que no es posible debido a que coincide con la fecha prevista para la celebración «de otra prueba deportiva con especial incidencia en el dominio público, como es la Media Maratón de València».
Asimismo, el área destaca que ante el «elevado número de peticiones de pruebas deportivas con afección al dominio público de la ciudad que se vienen produciendo en los últimos tiempos», el Servicio de Deportes elabora un cuadro de pruebas deportivas anuales que son autorizadas, bien por dicho servicio o por el de Ocupación de Dominio Público, a fin de limitar las autorizaciones para cada año, sin perjuicio de las que puedan llevarse a cabo en espacios donde no se afecte al tráfico o no requieran de policía. Así, el ayuntamiento señala al respecto de la citada petición de la ruta cicloturista que «actualmente el número de pruebas previstas ya supera el número de semanas del año, no siendo factible asumir un número mayor de pruebas deportivas ni desde el punto de vista de la afección al tráfico, ni desde el de la disponibilidad de efectivos policiales y de servicio de emergencias suficientes para garantizar la seguridad en dichos eventos y su compatibilidad con el resto de usos de la vías públicas».
Desde la Concejalía de Espacio Público, su responsable Carlos Galiana hizo hincapié en que «estamos encantados de que la gente organice eventos», pero reconoció que están estudiando formas para lograr que nadie se quede fuera y se racionalice la cantidad de eventos. Así, destacó que se está estudiando el poner en contacto a aquellas entidades organizadoras más pequeñas que realizan actos muy similares para que valoren la posibilidad de unirlos para reducir peticiones.
También se está estudiando aplicar la tasa de ocupación de la vía pública, pero Galiana reconoció que «es muy caro» para aquella organizaciones pequeñas. «El ánimo no es recaudatorio, sino que hay que pagar los servicios municipales que se disponen para esos actos como los agentes de la Policía». «Pero que se haga pagar la tasa tampoco soluciona el asunto», reconocía Galiana.
«Hay alternativas»
La concejala de Deportes, Maite Girau, también resaltó la idea de ayudar a coordinar a entidades para que unifiquen eventos, y recordó que cada año su departamento crea un calendario de pruebas deportivas en las que se incluyen aquellas más asentadas en la ciudad o solicitadas con.
Por ello, insta a los organizadores y asociaciones a actuar con «anticipación» y no presentarse a última hora, para evitar quedarse fuera ante tanta demanda.
Asimismo, quiso recalcar que «hay alternativas para que nadie se quede fuera, como realizar las pruebas en otras zonas de la ciudad, o por ejemplo está el tramo III del Jardín del Túria, con la pista de atletismo».
En definitiva, ambos concejales apuestas porque la ciudad sea un espacio abierto a las actividades deportivas en la calle, pero reconocen que ante el auge de los mismos deben estudiarse mecanismos que faciliten que todo el mundo pueda celebrar su evento y sean asumibles para la ciudad.
