Los nuevos representantes del Gobierno en el Consorcio València 2007 llegan a la «reunión de trabajo» que se celebrará hoy en el Ayuntamiento de València y a la que asistirán el alcalde, Joan Ribó, y el conseller de Hacienda, Vicent Soler, y el secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya, con la intención de conocer de primera mano la complicada situación de la Marina de València. El Ministerio de Hacienda, con Cristobal Montoro al frente, ha sido hasta ahora reacio a la condonación de la deuda, una medida que anunciaba la semana pasada el concejal del PP Eusebio Monzó. En abril de 2013, el Gobierno planteó al consejo rector del consorcio varias opciones para solucionar el problema de la deuda, desde un nuevo plan de negocios capaz de atraer inversiones pública-privadas para aligerar el elevado coste del proyecto para las administraciones consorciadas, hasta disolver el Consorcio y asumir el Estado la deuda convirtiéndose, a su vez, en acreedor de las administraciones valencianas.

La condonación de la deuda millonaria de la marina sería el escenario ideal para los socios locales del consorcio, si bien las administraciones locales prefieren ser cautas y esperar a la reunión de esta tarde, solicitada por los nuevos representantes del Gobierno para conocer el terreno antes de convocar el consejo rector, máximo órgano de decisión.

La deuda del Consorcio se divide en un crédito de 400 millones de euros del Instituto de Crédito Oficial, al que de momento está haciendo frente el Estado como avalista y, por otro, un préstamo de 60 para hacer frente a la variación de los intereses con el Santander. Las opciones que baraja la dirección del consorcio son reestructuración de la deuda o condonación, si no de toda sí al menos de una parte. El alcalde espera una solución para «hacer viable» la marina de València y recuerda que este espacio «es rentable», sin la carga financiera actual, y que «en dos años el volumen de negocio se ha incrementado en un 25%».