La Universitat de València (UV) confía en poder licitar la rehabilitación del Colegio Mayor Lluís Vives en 2018. Así lo explicaron ayer a Levante-EMV fuentes de la UV tras el desalojo del inmueble que llevó a cabo a las 6 de la madrugada, por orden judicial, la Policía Nacional.

El desalojo de los cinco okupas y un perro que aún permanecían en el edificio se realizó de manera pacífica. Los operarios procedieron ayer mismo a descargar los ladrillos con los que se tapiarán los accesos para que no se repita la okupación.

Desde la Universitat se explicaba que el tapiado será interior y en la planta baja. Desde el exterior no se percibirá, pues el edificio dispone de persianas, ya que se ha de respetar la trama de la fachada por tratarse de un Bien Protegido. Para estas obras se cuenta con el permiso de la Conselleria de Cultura y del Ayuntamiento de València, tal como explicaban ayer fuentes de la Universitat de València.

Concluyen así casi dos meses de okupación de este inmueble, de estilo racionalista, protegido y con problemas estructurales que espera desde hace años un proyecto de rehabilitación integral para convertirlo en un espacio cultural y de asistencia a estudiantes.

El desalojo se llevó a cabo « con total normalidad» en torno a las 6 de la mañana y una vez completado se ha entregado nuevamente el edificio a su legítimo propietario, la UV, que ha reforzado la vigilancia privada en el inmueble para evitar nuevas okupaciones.

La universidad valoró ayer que el desalojo se haya realizado de manera tranquila, sin violencia ni hacia las personas ni hacia las cosas. Lo importante es que «ya no hay peligro para las personas que estaban dentro y se puede poner en marcha el plan de rehabilitación» del edificio, que cuenta con seguridad reforzada a raíz de esta okupación.

La okupación de este colegio mayor, cerrado en 2012, comenzó el pasado 1 de mayo, cuando una veintena de personas accedió al Lluís Vives tras forzar la entrada que da a la calle y la del edificio y colgaron una pancarta en la fachada con el lema «La ingovernable. Espai alliberat». Días después unas 40 personas traspasaban la valla y una decena consiguieron entrar en el inmueble para relevar a los okupas que permanecían en su interior.

El portavoz de Juventud del grupo popular en Les Corts, Juan Carlos Caballero, valoraba que se haya desarrollado «sin incidentes» el desalojo del colegio mayor. Caballero ha señalado que el desalojo del edificio «es una buena noticia» y ha mostrado su confianza «en que no vuelvan a producirse acciones de este tipo que dañan la imagen de la Universitat, que ha estado paralizada durante dos meses, y dañan también un edificio que está protegido y que debe ser conservado y valorado». En un comunicado, el diputado popular reiteraba que la Universitat «ha sido durante semanas permisiva con una ocupación ilegal, y el conseller (Vicent) Marzà y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, han asistido a esa permisividad como espectadores impasibles».