La Concejalía de Desarrollo Urbano, a través del servicio de Gestión del Centro Histórico, estudiará ampliar la protección como Bien de Relevancia Local de los palacios «dels Exarchs» a instancias de la Asociación de Vecinos del Carme.
Los palacios de origen medieval están afectados por un PAI del entorno de la plaza de Brujas que el Ayuntamiento acaba de desbloquear, al aprobar la reparcelación, tras años de parálisis y degradación de este entorno, donde se encuentran monumentos de primer nivel como la Lonja, los Santos Juanes y el Mercado Central.
Así se lo acaba de notificar por escrito el citado servicio al promotor de la declaración como BRL de los palacios y miembro de Amics del Carme, el profesor de Historia del Arte, Lluís Mira i Bordería. El ayuntamiento ha dado traslado de la petición al equipo multidisciplinar que está redactando el plan especial de protección (PEP) de Ciutat Vella al que se le ha encargado la unificación y simplificación de las normativas del centro histórico y que dirige la arquitecta Inés Esteve.
El PEP de Ciutat Vella tiene previsto incorporar al catálogo de edificios protegidos, donde ya figuran 1.800, otros 500 inmuebles. Los palacios, que están deshabitados y cuyo propietario proyecta convertirlos en hotel, están protegidos actualmente con nivel 2, lo que a juicio de los vecinos es insuficiente para preservar los valores del inmueble en cuyo interior hay piezas únicas como una cocina de azulejos de estilo rococó del siglo XVIII con escenas costumbristas.
Los vecinos solicitan que es los responsables municipales lleven a cabo una inspección ocular del edificio para comprobar el estado de conservación del palacio y evitar el expolio del patrimonio, como ya ocurrió hace unos años en el palacio de Vallvert donde se robó una valiosa cocina de azulejos valenciana de finales del siglo XVIII.
Inspección urgente
Los palacios, que ocupan los números 3, 5 y 7 de la calle Exarch y toman su nombre de un linaje de época feudal, forman parte de una única unidad constructiva dentro de una de las manzanas nobiliarias del barrio de Velluters.
Lluís Mira advierte del riesgo de que esta cocina se pierda o acabe expoliada como ocurrió con la del Palacio del Barón de Vallvert, en la calle del Mar, otro referente artístico de cocina valenciana de finales del siglo XVIII. En esta época se originó en València una tipología decorativa específica de azulejos destinados de forma exclusiva a los espacios culinarios que alcanzó fama notable por su realismo y detalle. El revestimiento cerámico de la cocina del palacio recoge escenas de la vida cotidiana, así como platos y alimentos típicos, como piezas de caza, animales domésticos y personajes habituales en las cocinas, como el proveedor de nieve.
Algunos vecinos consideran que el PAI de Velluters, que prevé la construcción de un hotel (aprovechando los palacios y un solar anexo), una gran plaza frente a los palacios y varios edificios residenciales, rompe la trama histórica.
El profesor Lluís Mira i Bordería, tal como informó este diario, ha recurrido la reparcelación del PAI. Asegura que la trama histórica de la calle se remonta a la València musulmana y ha permanecido inalterable durante siglos. Los vecinos piden que el PAI, cuyo desarrollo se hace necesario para dignificar este entorno monumental, se reformule con un criterio respetuoso del patrimonio que prevalezca por encima de los intereses lucrativos. El ayuntamiento advierte de que la petición vecinal traerá nuevos retrasos.
