València en Comú nació hace tres años como formación instrumental de Podemos para las elecciones municipales de 2015 y deste entonces la sombra de la formación morada ha sido muy alargada. Además, esa particular presencia la han sufrido muy directamente los tres concejales del Ayuntamiento de València, particularmente Jordi Peris, que era el líder pero también el único independiente. María Oliver y Berto Jaramillo sí pertenecen a podemos y, con sus peculiaridades, siguen a la formación que a nivel nacional lidera Pablo Iglesias.
Ya cuando recogieron el acta de concejal, Podemos creó la primera crisis grave de la formación al pedir para su campaña política nacional parte del dinero que los cargos públicos ceden por imposición estatutaria a fines sociales. Los concejales y asesores sólo perciben tres veces el salario mínimo interprofesional y el resto lo dan a estos fines sociales, con lo cual estaban en juego unos 340.000 euros anuales.
Aquello se solucionó y luego vino la crisis de las asesoras, pues Berto Jaramillo rechazó públicamente a algunas de las colaboradoras que le habían asignado y pidió el relevo, profundizando así en la división dentro del grupo municipal.
Por último, en marzo pasado se celebró la asamblea reconstituyente de València en Comú y Podemos se hizo fuerte dentro de la organización, con lo cual la debilidad de Jordi Peris era cada vez más evidente.
Ataques directos
De hecho, cuando hace dos semanas se planteó la dimisión de Rafael Monterde, gerente de la fundación las Naves, por su relación con el caso Cooperación, los propios compañeros de Peris, que era quien lo había nombrado, atacaron a los dos por igual, con especial virulencia por parte de la corriente que lidera el ex de EUPV, Manuel Colomer, con fuerte presencia en València en Comú. Peris admitió que, aun sin haber sido imputado jamás, tuvo que destituirlo por las formas y las presiones recibidas.
Para colmar el vaso, en la última reunión de coordinación de València en Comú, los representantes de Podemos exigieron el relevo en la portavocía para poner en lugar de Peris a su compañera María Oliver.
Una semana después se ha producido la dimisión de Peris y a la despedida no asistieron ni Oliver ni Jaramillo. Preguntado por estas ausencias y por su responsabilidad en la dimisión, Peris se limitó a reconocer que «la relación en el grupo no ha sido la adecuada» y prefirió no ir más allá.
