La Concejalía de Cementerios ha exigido a la empresa concesionaria del Tanatorio Municipal de València (Funespaña) que ejecute mejoras en las instalaciones por valor de dos millones de euros. Esa es la cantidad que el ayuntamiento considera necesarias y urgentes, tras las inspecciones preceptivas realizadas al edificio, inaugurado en 2001. Se trata de una cifra muy alejada de las que maneja la concesionaria, que en el plan de mejoras presentado al consistorio solo prevé obras por valor de 400.000 euros.
El tanatorio factura al año 2,6 millones de euros y paga al ayuntamiento un canon del 6% de dicha facturación. Con la excepción de 2016, los ingresos del tanatorio han aumentado progresivamente, como así lo indica el aumento de lo abonado por el canon al ayuntamiento en los últimos cuatro años. En 2013, Funespaña pagó 114.000 euros de canon, cifra que se incrementó hasta 155.000 euros en 2014. Al año siguiente, en 2015, Funespaña abonó 162.000 euros de canon. La cifra bajó sensiblemente el año pasado, cuando se pagó un canon de 154.000 euros, equivalente al 6% de los 2,6 millones de euros facturados.
El pliego de condiciones del tanatorio establece la obligación del concesionario de realizar una inversión de dos millones de euros en mantenimiento de las instalaciones, una cantidad que, a tenor del resultado de la auditoria y las inspecciones realizadas por el Govern de la Nau, no se ha realizado.
Tal como viene informando este diario, el ayuntamiento ha abierto una investigación por una denuncia anónima por un posible cambio de urnas funerarias y entrega errónea de cenizas y ha impuesto una multa de 4.000 euros a la concesionaria del tanatorio por verter restos óseos y de cenizas sin control en una zona ajardinada del recinto. La inspección realizada en el edificio también ha constatado graves deficiencias y fallos de mantenimiento que han obligado al ayuntamiento a ordenar el cierre de cinco salas, entre ellas, el aparcamiento subterráneo.
Las deficiencias
Entre las incidencias que requieren una solución urgente está la puesta marcha de los sistemas de detección de incendios y de detección de monóxido en el aparcamiento, así como la adecuación de las emergencias en todo el edificio y la reparación de puertas en las cajas de escaleras.
Además, el ayuntamiento también ha exigido la adecuación de estructuras para que tengan la resistencia al fuego necesaria, la adecuación a la normativa vigente de los cables y las conexiones eléctricas y de alumbrado en zonas de acceso público con riesgo de contacto eléctrico, la reparación del cierre de cubierta y la instalación de líneas de vida homologadas permanentes para los trabajos de mantenimiento.
La inspección también ha permitido detectar todo un conjunto de incidencias que se recomienda resolver con brevedad, como la oxidación de armaduras en los forjados, la reparación del suelo del vestíbulo interior de las salas de vela, la adecuación de las salas de tanatopraxia, la construcción de vestíbulos de independencia en el aparcamiento de vehículos funerarios, el vestuario del personal de cafetería, la adecuación del sistema de alumbrado del aparcamiento y de los locales de taller y almacén a sus usos.
También figuran en esta lista la reparación de los sistemas de climatización, la adaptación de la temperatura en las salas de exposición de las velas, la modificación de la red de evacuación de aguas para evitar inundaciones, las mejoras en la impermeabilización de muros del sótano, las reparaciones de impermeabilización de cubierta y el desmontaje o la adecuación de la toma de riego de los aljibes.
En el informe de la inspección también se enumeran algunas incidencias que pueden ser relevantes a medio plazo, como la necesidad de mantenimiento preventivo de los chapados en zonas húmedas o sanitarias, el sellado de carpinterías en la zona de oficinas o las reparaciones y la limpieza de fachadas. También hay otros, poco relevantes, más relativos a cuestiones estéticas relacionadas con el envejecimiento o el uso normal de las instalaciones.
