La Policía Local y la Guardia Civil no llevará a cabo ninguna actuación contra los tres vecinos de Pinedo que amenazaron con agredir al humorista Eugeni Alemany al término de su actuación en las fiestas del Saler. El artista ha declinado denunciar a las personas que, con claros síntomas de embriaguez, le increparon el pasado sábado. Alemany seguía ayer restando importancia al asunto con varios mensajes en las redes sociales: «Gràcies als que vos interesseu, però no cal, no va passar res! De veres!», escribió en un primer tuit, mientras que en una segunda réplica bromeaba con el asunto: «En realitat m'ho he inventat tot per publicitat, que el 25 actue a Ciutat de les Ciències. A vore si només va a poder fer muntatges Paquirrin».

Por su parte los festeros de Sant Josep, organizadores de la velada en El Saler, calificaron el desagradable incidente como «un hecho aislado» y recordaron la buena concordia que existe con los vecinos de Pinedo. «Sinceramente, no sabemos de dónde salieron los tres que montaron todo este lío, pero no representan para nada al pueblo de Pinedo. Aquí al Saler vienen muchos vecinos de Pinedo y nunca ha habido problemas, y de igual manera nosotros vamos allí y siempre ha habido buen ambiente», explicaba ayer a este periódico Adolfo Tamarit, uno de los siete jóvenes que este año decidieron organizar los festejos ante la falta de clavarios.

Los tres alborotadores que llegaron a ser identificadas por la Policía Local y la Guardia Civil, eran personas que rondaban los cincuenta años, y según vecinos de Pinedo «no son especialmente conflictivos», aunque se mostraron agresivos mientras increpaban al humorista de Sueca, que tuvo que refugiarse en un restaurante de la localidad. Debido a su estado de embriaguez, los agentes obligaron a los exaltados a regresar a su pueblo en taxi.

«La verdad es que estaban bastante borrachos y eso es lo que desencadenó todo el incidente, pues la actuación de Eugeni Alemany no fue en ningún caso ofensiva y todo el mundo se divirtió bastante», explica Adolfo Tamarit. El desencadenante de los insultos y amenazas de los tres alborotadores fue cuando Alemany se refirió a Pinedo como un pueblo que «fa pudor» -por la proximidad de la depuradora-, aunque los festeros recuerdan que también «se metió mucho» con El Saler -por los encuentros sexuales que supuestamente se dan en la plaza- o El Palmar y su complicado acceso por la carretera de los puentes. «Nada de los que nos riamos siempre todos», dijo Adolfo.