La Cooperativa Eléctrica de Castellar, que suministra luz a 8.000 vecinos de Castellar-l'Oliveral, Forn d'Alcedo, Sedaví y parte del distrito de Quatre Carreres, presentó una denuncia el pasado 15 de junio ante la Policía Nacional por la conexión fraudulenta de al menos nueve alquerías situadas en el Camino Escuelas de Malilla. Estas viviendas se encuentran okupadas desde hace varios años y, según cálculos de la pequeña comercializadora, los enganches ilegales han supuesto un perjuicio económico valorado en 15.000 euros.

En la denuncia a la que ha tenido acceso este periódico, se detalla que estas nueve viviendas situadas en el Camino Escuelas de Malilla, en las alquerías que se encuentran entre el nuevo hospital La Fe y el nuevo cauce del río Turia, se vienen detectando enganches ilegales a la red de la Cooperativa Eléctrica, por lo que con la presencia de la Policía Local se procedió a retirar el suministro y a reparar los desperfectos causados por las personas que okupan las viviendas.

La Cooperativa de Castellar ha alertado que estas instalaciones fraudulentas «provocan alteraciones de tensión en la línea eléctrica, con el consiguiente peligro para las viviendas a las que suministra electricidad, al poder incluso producir incendios en dichas viviendas».

Tras la denuncia a la policía y la reparación de la línea afectada por los enganches ilegales, la Cooperativa Eléctrica de Castellar se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de València para solicitar una reunión urgente con las concejalías de Desarrollo Urbano y Pobles de València «para buscar la mejor solución para alguna desgracia personal y molestias a los abonados».

En su escrito, la Cooperativa de Castellar lamenta que tras reparar su tendido y desconectar los enganches ilegales, han detectado que ya se han vuelto a producir, por lo que considera que es urgente solucionar esta cuestión.

Desde la entidad de Castellar recuerdan que la zona donde se producen los enganches ilegales está afectada por una PAI sin ejecutar y que como consecuencia existe un gran número de alquerías abandonadas y en estado ruinoso que han terminado por ser okupadas por familias sin recursos. Estos asentamientos no han dudado en conectarse a la línea eléctrica -de la cual es concesionaria la cooperativa- «sin ninguna medida de seguridad y perturbando el correcto funcionamiento de la red».

Un PAI sin ejecutar y degradado

Hay que recordar que el anterior gobierno del PP aprobó este PAI en la huerta de Malilla que todavía no ha sido desarrollado. La tramitación de este plan provocó el abandono de las tierras por parte de los agricultores y la venta de sus alquerías, dejando un panorama desolador, ya que no se ha urbanizado la zona y su degradación ha sido exponencial. Los campos de cultivos ahora son solares llenos de escombros.