En el siglo XVIII, València era muy diferente de lo que es hoy. Por el cauce del río Túria, donde ahora circulan cientos de aficionados al «running» y otros ciudadanos y turistas, bajaba, con todo su esplendor, el rio Túria. Y, en ciertas épocas del año, también los troncos que hacían descender los Ganxers y que nutrían a los artesanos madereros de la ciudad. Y de otros lugares.
Este paso era registrado y controlado, desde unos peculiares bancos de piedra conocidos como el Navío o el Banco de los Magistrados, por integrantes de la Junta de Murs y Valls. Unos bancos que, todavía hoy, siguen en pie y que, junto a otros dos elementos monumentales más de la época; el Monumento a Isis y el Frontón de lo Rat Penat, forman parte de una petición de protección e inclusión en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de València que acaba de hacer el Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural.
Estos cuatro «magníficos» constituyen un conjunto de «bienes únicos, irrepetibles, peculiares y singulares, ejemplo y testimonio de la historia de la ciudad de València desde el siglo XIV al siglo XIX», como indican fuentes del Círculo. Por ello solicitan «incluirlos en el catálogo de bienes y espacios protegidos de la ciudad de València.
Por tanto, el Círculo, presidido por César Guardeño, hizo llegar el pasado jueves una petición formal al Ayuntamiento de València para «catalogar e incoar como Bien de Relevancia Local (BRL) estos cuatro elementos patrimoniales que forman parte de la historia de la Junta de Murs i Valls».
Ellos lamentan, además, que actualmente no gozan «de ningún tipo de protección específica y pueden ser víctima de actos vandálicos, expolio, desaparición o destrucción».
Por otra parte, en la misma solicitud se hace una petición todavía mayor, aunque en la misma línea, para que las administraciones públicas que tienen competencias en esta materia «activen los trámites legales necesarios para impulsar de forma coordinada la revisión y actualización del catálogo de bienes y espacios protegidos del ayuntamiento».
Frontón de lo Rat Penat
Pero ¿en qué consisten exactamente estos «cuatro fantásticos» que se pretenden proteger? Uno de ellos se conoce como Frontón de lo Rat Penat, del siglo XVII. Está situado entre los límites de València y Mislata, concretamente, entre el Museo de Historia de València y el Puente 9 d’Octubre. Se trata de un banco monumental con volutas, y bolas a los extremos. Y su historia es bien curiosa porque servía para marcar los caminos de entrada a València desde Castilla. Así, una incisión pétrea señala a la derecha, hacia la ruta del Portal de Quart. Mientras que otra marca a la izquierda, hacia el Portal de Serrans. Es, seguramente, la señal de tráfico más antigua de València, y una de las más añejas de España. Y fue construido por la ya desaparecida Fábrica de Murs i Valls.
Banco de los Magistrados
Entre el Colegio Público 9 d’Octubre y el Paseo de la Pechina, se encuentra otro particular asiento, el Banco de los Magistrados. Este servía para registrar el paso de la madera que, desde el Alto Túria, hacían descender los madereros o Ganxers, para ir hasta el embarcadero cercano al Portal de Serranos. Cuenta con dos pechinas decorativas y su construcción data de 1756.
El Navío
Otro banco con la misma función que el anterior, y no menos espectacular, es el Navío. Este se encuentra frente a la esquina que separa las plazas del Temple y de Tetuán. Su nombre se debe a la semejanza con la popa de un barco. Y cuenta con bellos reposabrazos y con diversas decoraciones.
Monumento a Isis
La diosa egipcia Isis, la «Gran Diosa Madre», también tiene su reconocimiento en la ciudad con este monumento ubicado a la altura del Complex Esportiu Petxina. En él hay insertadas varias lápidas que datan de la época romana y que fueron encontradas en 1759. Época en la que se dio forma a esta construcción que, como las otras, espera, con paciencia, contar con una protección especial.
