Décimo Junio Bruto es el nombre del cónsul romano que fundó la ciudad de València allá por el año 138 antes de Cristo. En cualquier otro lugar del mundo sería una figura destacada de su historia, de su literatura y hasta de su callejero, pero en València es una figura completamente desconocida más allá del museo de l'Almoina, donde se conservan las ruinas de aquella primera aldea romana.
Eso, sin embargo, puede dejar de ser así en no demasiado tiempo. El grupo municipal de Ciudadanos llevará el próximo jueves a la Comisión de Cultura del Ayuntamiento de València una moción que propone la recuperación de este personaje para la historia de la ciudad.
Décimo Junio Bruto fue un destacado general romano al que ya convertido en cónsul se le asignó la provincia de Hispania Ulterior, es decir, lo que hoy sería Portugal y el norte de España. En toda esta zona sometió poblaciones y venció a la resistencia hispana, creando nuevas ciudades para la república romana entre las que se cree que podría estar la mismísima Lisboa.
De su historia, además, se conocen algunas anécdotas ampliamente recreadas por la literatura de la época. Una habla del asombro de los soldados romanos cuando vieron por primera vez la puesta de sol en el océano Atlántico. Dado que ese era el límite del mundo conocido, lo relataron como si el mar engullera el sol entre una nube de humo gigante.
La otra se refiere al conocido como «río del olvido». Al parecer, cuando las legiones romanas llegaron al denominado río Lethe (Oblivio), que ahora es el río Limia, los soldados se negaron a atravesarlo porque, según la leyenda, quien entrara en sus aguas perdería la memoria para siempre y vagaría sin rumbo el resto de sus días. Junio Bruto cogió entonces su caballo y paso a la otra orilla, desde donde empezó a llamar por su nombre a todos y cada uno de sus soldados para demostrar que conservaba intacta su memoria.
Con soldados «licenciados»
Por València no está claro ni siquiera que este aguerrido cónsul romano llegara a pasar, pero sí se atribuye a su gestión la creación de la ciudad, pues era costumbre que los soldados «licenciados», es decir, aquellos que ya podía retirarse de la guerra, crearan aldeas para ir ocupando el territorio. Una de esas aldeas que Décimo Junio Bruto mandó crear fue Valentia, situada en una isla del río Turio, a medio camino entre las dos grandes urbes romanas de la época: Tarragona y Cartagena. Y le dio el estatus de colonia latina, lo que le otorgaba mayores privilegios que la vecina y floreciente Sagunto.
De esa fundación apenas hay documentos, pero Tito Livio sí hizo alusión al caso en uno de sus textos. El párrafo concreto está grabado en una lápida de piedra en la Plaza de la Virgen.
Es todo lo que puede decirse del fundador de València. Nada más se sabe de él y nada más se recuerda de él. No figura en los libros de historia ni en las leyendas más remotas de los valencianos. Ni siquiera tiene una calle acorde con la relevancia del personaje. Por eso el grupo municipal de Ciudadanos ha pensado en cambiar el sentido de las cosas. Según Amparo Picó, concejala de esta formación en el Ayuntamiento de València, «cualquier ciudad del mundo tiene puesto en valor a su fundador y aquí, sin embargo, las instituciones lo tienen completamente olvidado». Recuerda Amparo Picó que en los años setenta hubo una iniciativa de José Esteve que permitió colocar la lápida de la Plaza de la Virgen. Pero más allá de eso, no se ha hecho nada. El personaje duerme en el más absoluto de los olvidos, como si nunca hubiera existido.
Para acabar con esta situación, la moción de Ciudadanos hace varias propuestas. La primera es que el área de Cultura del Ayuntamiento de València promueva y organice un ciclo de conferencias sobre el personaje con el fin de difundir su figura histórica, así como que cada año se celebre una jornada conmemorativa de la fundación de la ciudad con diversas actividades culturales.
Por otro lado, la moción de Ciudadanos invita a organizar actividades sobre Décimo Junio Bruto en las numerosas sedes de la Universidad Popular, en el Museo de Historia, que es el espacio cultural dedicado a la historia de la ciudad de València; y en el Centro Arqueológico de l'Almoina por ser el centro fundacional de la ciudad.
Por último, pide que el área de Educación mejore la propuesta sobre «Valentia, la vida de una ciudad romana», incluida en la sección de Proyectos Educativos del Ayuntamiento de València; y que el área de Cultura promueva la construcción de una escultura o un monolito en homenaje al fundador de la ciudad.
A día de hoy su imagen también es una gran incógnita, aunque diferentes autores han puesto su nombre a media docena de bustos de generales romanos.
