El Govern de la Nau apenas ha avanzado en la promoción del vehículo eléctrico y, superado el ecuador de su mandato, es su gran asignatura pendiente en materia de movilidad. El concejal del área, Giuseppe Grezzi, se defiende y asegura que de las primeras medidas que tomaron fue la de bonificar un 75% el impuesto de circulación para estos vehículos de cero emisiones y todo tipo de híbridos. También explica que se ha puesto en marcha la feria Electric Movements en la plaza del Ayuntamiento, que por cierto tendrá segunda edición el 21 y 22 de abril de 2018. Y que la EMT ha comprado para incorporar a su flota los dos primeros autobuses que se moverán exclusivamente por esta energía. Sin embargo, València todavía no cuenta con un solo punto de recarga público para vehículos privados, el principal obstáculo para que los coches «limpios» se propaguen por la ciudad.
Es cierto que los vehículos eléctricos son todavía caros, que las ayudas del Gobierno son insuficientes -el plan Movea se agotó en un día con solo 14,2 millones disponibles- y que además es necesario tener un garaje propio para instalar un cargador. Pero teniendo en cuenta el compromiso «verde» del Govern de la Nau, sorprende que esté tardando tanto en desarrollar políticas en favor de los coches de emisiones cero.
Giuseppe Grezzi reconoce a Levante-EMV que es su «asignatura pendiente», pero anuncia que antes de final de mandato las cosas van a cambiar. «Hicimos las nuevas ordenanza fiscales, con una reducción del 75 % en el impuesto de circulación. Es verdad que es nuestra asignatura pendiente, pero antes de final de mandato llegará una importante inversión en postes de recarga. Ya manejamos incluso mapas para su instalación y se están preparando los pliegos de condiciones. Pero vamos muy despacio», admite el regidor de Compromís, representante en la coalición de Verds-Equo.
Grezzi asegura que de momento no puede concretar el número de postes de recarga que se van a instalar, pero remarca que será una cifra «importante». El Ayuntamiento de València, a través del centro de innovación de Las Naves, ya se interesó por un proyecto europeo para la expansión de estos puntos de recarga. Se especula con que esta infraestructura llegaría con fondos de la Unión Europea, ya que cada punto para suministrar electricidad a los vehículos es muy caro, especialmente aquellos que son capaces de acumular el 80 % de la energía en apenas 30 minutos. Cada uno de estos postes ultrarrápidos pueden llegar a costar entre 50.000 y 60.000 euros. En el ámbito privado, cada vez existen más 'electrolineras' en centros comerciales, pero sigue siendo una opción anecdótica en València.
En el futuro el Ayuntamiento de València también podría añadir otros beneficios para los propietarios de coches eléctricos a través de la ordenanza de aparcamiento. En la actualidad las zonas de regulación horario no contemplan descuentos o exenciones para los vehículos de emisiones cero. En Madrid, por ejemplo, aparcar en zonas de estacionamiento de pago es gratis para híbridos o eléctricos, y tienen permitida la circulación cuando se restringe el acceso a la ciudad por contaminación.
El Ayuntamiento de València ha trabajado por la expansión del vehículo eléctrico desde la propia administración, es decir, en cada nuevo concurso público que se licita, si incluye vehículos, se pide que sean de emisiones cero. En los últimos meses la flota municipal ha aumentado, pero por ejemplo los coches «oficiales» para el alcalde y los concejales siguen siendo con propulsión convencional.
Otro pequeño gesto del ayuntamiento fue la adquisición de una pequeña flota de bicis eléctricas para favorecer los desplazamientos de los funcionarios dentro del «cap i casal».
Políticas autonómicas
Por otra parte, la creación de la nueva Autoritat del Transport Metropolità de València debe servir para impulsar el vehículo eléctrico en el transporte público, con ayudas a las administraciones de los pueblos y ciudades adheridos a la ATMV para su adquisición. O incluso fomentando su uso privado; por ejemplo, el la Autoritat de Transport Metropolitana de Barcelona subvenciona con hasta 250 euros la compra de bicicletas eléctricas.
También será muy importante el desarrollo del plan presentado por la Generalitat Valenciana. A través del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), aprobó una resolución que pretende incorporar un incentivo económico que anime a las entidades y empresas a implantar estaciones de recarga de vehículos eléctricos que contribuyan a mejorar de la calidad ambiental de las ciudades, disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero y gases nocivos y a incrementar la eficiencia energética en dicho sector.
Estas ayudas de medio millón de euros en total serían para infraestructuras de recarga de tres tipos: la recarga vinculada, que son aquellos puntos situados en lugares donde el vehículo estaciona habitualmente, con potencias de recarga bajas; la recarga semi-rápida, con potencias medias y un coste moderado que permite recargar el vehículo para alargar los recorridos medios, situada principalmente en establecimientos comerciales, de ocio, sanitarios y en espacios urbanos; y finalmente la recarga rápida, una red con un elevado coste por la necesidad de garantizar potencias muy altas y permitir la simultaneidad de recarga a varios vehículos a la vez.
La Generalitat se ha marcado el objetivo de que en 2025 el 25 % de los vehículos que circulen sean eléctrico, es decir, unas 260.000 unidades. El plan del Consell contempla conseguir para 2030 un total de 270 puntos de recarga rápida (30 minutos de tiempo necesario para la recarga del 80%) y 2.100 puntos de recarga semi rápida (entre una y dos horas para la recarga del 100%).
