El Cementerio General de València abrió ayer por primera vez desde hace casi ocho décadas la puerta de la sección Civil. Un gesto que la nueva corporación considera como especialmente «simbólica», según aseguró la concejala Pilar Soriano «por ser un hecho histórico», más allá del hecho de que supondrá un nuevo acceso durante la celebración de Todos los Santos. Previamente hubo que realizar trabajos de mejora en la puerta para garantizar tanto la seguridad como su correcta apertura.

El Cementerio Civil funcionó como una sección independiente del General desde que se inauguró en el mes de agosto de 1892. Sin embargo, tras la Guerra Civil fue integrado en el mismo al comunicarse con el resto de secciones, en un tiempo en el que las dimensiones del camposanto eran mucho menores que en la actualidad. Se encuentra inmediatamente a la izquierda de la entrada principal del complejo y estaba dedicado a aquellas personas que no querían ser enterrados en la sección cristiana e incluía a todo tipo de laicos y extranjeros. Una de sus secciones más conocidas es la sección judía (que no cementerio judio), en la que hay numerosos enterramientos distinguibles por las lápidas con la Estrella de David esculpida. Pero si es conocida por un enterramiento, sin duda es por el nicho de Vicente Blasco Ibáñez. Aunque también en esa zona se puede contemplar el mausoleo de Constantí Llombart.

La del Cementerio Civil es la segunda gran puerta del camposanto en la fachada principal del mismo, aunque el acceso al mismo también puede realizarse por una entrada ubicada aún más al sur en dirección a San Marcelino.