El anteproyecto de ley de la Carta de Capitalidad que ha elaborado el Govern de la Nau incluye, entre otras medidas, el adelanto de la edad para poder participar en consultas ciudadanas a los 16 años, la «conversión progresiva para uso del peatón de los centros históricos y las áreas comerciales» y la obligación de la Generalitat de incluir en sus presupuestos una línea de «crédito específico» para València.

Así lo recoge el borrador de la ley que el gobierno tripartito, formado por Compromís, PSPV y València en Comú, ha hecho llegar a los grupos de la oposición (PP y Ciudadanos) para su debate.

El objetivo del reconocimiento de la Carta de Capitalidad es dotar a València del mismo estatus que tienen grandes capitales como Madrid y Barcelona, logrando con ello mayores cuotas de autogobierno y una financiación preferente. La carta debe recibir el visto bueno de la Generalitat y del Gobierno Central.

Esto supondría el aumento de las competencias locales en materia de urbanismo y vivienda, entre ellas la obligación de generar un parque de viviendas de promoción pública de alquiler y la declaración de ocupación forzosa de los bienes afectados por las expropiaciones urbanísticas.

También prevé nuevas competencias en materia de medio ambiente, como la potestad de aprobar las evaluaciones ambientales sin el filtro de la Generalitat Valenciana.

Igualmente se amplían las competencias en materia de salubridad pública y consumo, telecomunicaciones, derechos sociales, cultura, educación, turismo, juventud, cooperación, deporte e internacionalización. El Govern de la Nau ha incorporado al documento las nuevas directrices en materia de movilidad sostenible, urbanismo participativo, la participación ciudadana, y la erradicación de la violencia de género.

En el artículo 66 que regula los derechos sociales se contempla la posibilidad de arbitrar fórmulas para la participación de los jóvenes de 16 y 17 años en las consultas que realice el ayuntamiento, un adelanto de la mayoría de edad legal fijada en 18 años que obedece a la voluntad del gobierno municipal de dar voz a los que sufren exclusión social.

La carta de capitalidad contempla también la redacción de un plan director de telecomunicaciones que tenga en consideración el «internet de las cosas» y las políticas encaminadas a convertir a València en una ciudad inteligente.

La idea de reconocer la capitalidad autonómica de València y dotarla de un estatuto propio se remonta al anterior gobierno de Rita Barberá, si bien ha sido el Govern de la Nau el que ha dado el primer paso y ha redactado el anteproyecto.

El consistorio calcula que la Carta de Capitalidad podría suponer el ingreso de 120 millones más en materia de impuestos.