El titular de Levante-EMV del 27 Noviembre, «Los vecinos del Cabanyal estudian en Bruselas las inversiones para el barrio» del Plan Edusi me ha recordado que la Asociación de Vecinos Cabanyal-Canyamelar cumple 40 años de existencia y la Plataforma Salvem el Cabanyal, hace lo propio con sus 20.

La Junta directiva de la asociación ha anunciado la celebración de diferentes actos. El próximo día 2, en el Ateneo Marítimo y el día 3, con una «picaeta» en la Plaza de la Cruz del Canyamelar, para confraternización de los vecinos. Conviene recordar la estrecha colaboración entre Asociación vecinal y Plataforma.

Después de innumerables vicisitudes, anomalías, retrasos, etc. el pleno del ayuntamiento aprueba el 31 de Marzo de 2000, provisionalmente, el Pepri del Cabanyal-Canyamelar, con la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar, a través del Cabanyal, destruyendo 1.651 viviendas. Se aprobó solo con los votos del Partido Popular con su mayoría absoluta.

Me cupo el honor de intervenir en representación de la Asociación de Vecinos con un alegato, que estaría vigente a día de hoy, donde terminé diciendo que la prolongación no se haría por ser «ilegal, injusta, inmoral y estúpida».

El 2 de abril del año 2001, la conselleria de Cultura aprueba definitivamente el Pepri. A partir de ahí se van produciendo dos procesos paralelos en el tiempo, uno jurídico y el otro, de tipo administrativo.

En el primer caso después de veinte años de contienda incansable sufriendo cantidad innumerable de trampas, errores e ilegalidades, de políticos del Partido Popular,arquitectos, juristas jueces y magistrados, el Tribunal Supremo sentencia definitivamente, el día 12 de febrero de 2008, que el Pepri del Cabanyal es legal, corroborando al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

Jurídicamente no hay nada que hacer. Pero anteriormente, el 23 septiembre 1999, Salvem el Cabanyal denuncia administrativamente el Pepri por expolio ante el Ministerio de Cultura que, por medio de la subdirección general de Protección del Patrimonio Histórico, resuelve que el Pepri «no vulnera lo prescrito en la Ley de patrimonio valenciano y que no existe tutela superior del Estado»".

Salvem el Cabanyal demanda contra la citada resolución ante el TSJ Madrid que resuelve el 27 de septiembre de 2004 que Cultura emita nueva Resolución por «no haber motivado suficientemente la anterior [...] y se motive expresamente el mismo [...] y con relación por ello, a los amplios y exhaustivos informes aportados en el expediente del expolio hipotéticamente ocasionado por el Pepri» en València.

Todos los informes certificaban que el Pepri era ilegal. El ayuntamiento y la Generalitat recurrieron ante el Tribunal Supremo contra la citada resolución, recayendo el asunto en la misma Sala y Presidente del Tribunal Supremo que, el día 25 de Mayo 2009, confirma la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y ordena y obliga al Ministerio de Cultura que resuelva, motivándolo expresamente mediante los informes detallados en la resolución del TSJ de Madrid y aportando además cuantas pruebas considerase necesarias de los organismos culturales competentes, si existe expolio en el Pepri del Cabanyal.

El día 29 diciembre 2009 la ministra de Cultura, Angeles González Sinde, firma la orden declarando que hay expolio en el Pepri, que debe suspender su ejecución. Lo hace con argumentos, hechos y pruebas incontrovertibles, de tal modo que Francisco Camps intenta por todos los medios cambiar los hechos y solo consigue el ridículo más espantoso.

La esencia de lo ocurrido es: lo que jurídicamente se había perdido, por sentencia definitiva del Tribunal Supremo, un simple acto administrativo, resolvió, acatando la sentencia del mismo Tribunal Supremo, que el Pepri producía expolio.

Como caso paradigmático está que en la Cátedra de Derecho administrativo de Valencia, en Julio de 2013, se celebró un máster dirigido a jueces, magistrados y funcionarios, bajo el título de «Eficacia de los actos administrativos» en el que se desarrolló el ejemplo del Pepri del Cabanyal resaltando que un acto administrativo, dentro de la legalidad, había prevalecido sobre una sentencia del Tribunal Supremo que, jurídicamente, no tenía ulterior recurso por lo que era definitiva.

El Pepri, solo en recuerdos

En el momento actual de la historia el ayuntamiento de València que sucedió al del PP de Rita Barberá, ha decretado que el repetido Pepri no existe más que en los desagradables recuerdos y se ha puesto manos a la obra comenzando con la rehabilitación integral del Cabanyal-Canyamelar-Cap de França, en todos sus aspectos, tanto urbanísticos como sociales y en todo cuanto fuese necesario para el bienestar de los vecinos, intentando remediar dentro de lo posible los sufrimientos de veinte años.

La conclusión es que después de esta enconada lucha de la Plataforma Salvem el Cabanyal y de la Asociación de vecinos Cabanyal-Canyamelar, para que la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez preconizada por Rita Barberá y su Partido Popular quedase en nada, como finalmente ha ocurrido, hemos llegado a la situación actual en la que he podido constatar con mis propios ojos esta misma mañana que, con la ingente cantidad de obras de acondicionamiento y mejora que el actual ayuntamiento está llevando a cabo en todo el Cabanyal-Canyamelar, con buena voluntad de todos salvo el Partido Popular que sigue incordiando igual que algún que otro medio, me cabe declarar con fundamento que el Cabanyal sobrevivirá.

Y que sirvan estas líneas como homenaje a todas las buenas gentes que han estado, están y estarán luchando por estos fines.

Como prueba adjunto foto ilustrativa de la rehabilitación integral por sus propietarios de una finca en la calle de la Reina, zona afectada de lleno por la pretendida prolongación. Enhorabuena, paciencia y todos a trabajar: Larga vida al Cabanyal-Canyamelar-Cap de França.