¿Qué Partido Socialista quiere para València?
Un partido útil, fuerte y valiente, que sobre todo sea representativo de la sociedad. Es muy importante dejar atrás familias y cuotas.
Pero a la hora de hacer las listas o de elegir secretario general, siempre se habla de cuotas y de familias.
Pero es que yo no vengo de todo eso. Afortunadamente, no tengo ni fobias ni filias, ni mochilas orgánicas. Es que yo tengo la capacidad de ver más allá de todo eso. Yo tengo magníficas relaciones con militantes y compañeros de todas las agrupaciones y todas las sensibilidades. Y lo demostré el otro día, con las personas que conformamos este proyecto. Allí hay gente de todo tipo. Gente que ha estado en posiciones distintas, pero que se han ilusionando con este proyecto. Tenemos compañeros que pueden reforzar áreas donde no estamos gobernando como Cultura, Fallas, Bienestar Social, Igualdad... Existen compañeros que son un lujo y que hay que potenciar.
¿Cree que se han cometido errores este tiempo de atrás?
Yo creo que el principal error del Partido Socialista es que a veces hablamos más de nosotros mismos que de las personas a las que aspiramos a representar. Hay que romper con todo esto y por eso nosotros hablamos de València, de la València que queremos a medio y largo plazo. También de hacer un partido fuerte para ganar la estima de la ciudadanía. Pero ya está. Sin entrar en cuotas, familias, historias, batallas de hace veinte años que yo ni he vivido. A veces oigo hablar de cosas que yo era pequeña. Yo estoy fuera de eso.
¿Y se siente fuerte para hacer ese cambio?
Sí, porque yo no he vivido todo eso. Ese es mi principal valor en este momento. Dicen "mira, es que es joven", pues mejor, porque no tengo ningún tipo de mochila y tengo la capacidad de ver el talento en todos los sitios. Me siento fuerte para hacer un proyecto completo y plural, sin prejuicios. Y también me siento fuerte porque el partido ha perdido mucho el pulso entre la gente joven y yo pertenezco precisamente a esta generación.
