El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de València ha desestimado las más de doscientas alegaciones presentadas a los presupuestos municipales del año que viene. El motivo principal ha sido proponer un mayor gasto sin especificar de dónde se podría recortar, según explicó ayer el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, quien además calificó de «ocurrencias» la mayoría de las propuestas, particularmente las de los grupos de la oposición.

Superado el periodo de treinta días para enmendar los presupuestos, se han contabilizado 13 escritos diferentes con 204 alegaciones, la mayoría de ellas de los grupos municipales del PP y Ciudadanos. El resto vienen de entidades sociales, sindicatos, comités de empresa, contratas municipales, fundaciones u organizaciones vecinales.

Pero todas tienen en común, según Vilar, el escaso rigor de las propuestas, de manera que muchas se han descartado como alegaciones y se les ha dado la consideración de queja o sugerencia. «Muchas veces se aprovecha esta vía para hacer propuestas y por eso no les podemos dar la consideración de alegación al presupuesto», explicó el concejal de Hacienda.

Por lo que se refiere a las peticiones de los partidos políticos, Vilar explicó que todas han sido descartadas y que la mayoría de ellas lo han sido por incumplir la normativa presupuestaria, uno de cuyos puntos dice que no se puede plantear un gasto adicional si no hay dinero para cubrirlo o no se especifica qué se quita del presupuesto.

Según dice, «la oposición sugiere mayor gasto sin cuantificarlo y además quiere una bajada de los impuestos, sobre todo del IBI y Ciudadanos también del impuesto de vehículos. Si hiciéramos eso se cargarían el presupuesto. Piden todo lo que se les ocurre, pero no dicen de dónde quitamos. Han hecho un listado que no podemos admitir», explicó.

Ordenanzas fiscales

Tampoco se han admitido las alegaciones a las ordenanzas fiscales. Sólo se presentaron tres y ninguna de ellas viene de ninguna entidad vecinal ni patronal, lo que significa que «los actores económicos muestran su conformidad con el marco tributario del ayuntamiento».

Ramón Vilar, finalmente, anunció que el Ayuntamiento de València va a seguir cancelando créditos, de manera que la «enorme deuda que dejó el PP» se vaya reduciendo y además «en caso de necesitar nuevos créditos tengamos las ventajas del momento actual», ya que ahora se están pagando al 1% y si se pidiera nuevos préstamos el tipo sería del 0,053%, es decir, «mucho más ventajoso para nosotros».