En esta tercera consulta ciudadana ha participado un 2,6% del censo. Pese a ser una cifra aún baja, ustedes están satisfechos porque es superior a la de otras grandes ciudades. ¿Por qué participa tan poca gente?
Así es, la participación es superior a Sevilla o Madrid. Y estoy contenta porque hemos aumentado la cifra de participantes en seis puntos respecto a la segunda convocatoria. Por otra parte esta herramienta solo lleva tres años y es un proceso que no se hace de la noche al día. Antes había una clara política de rotura del tejido asociativo de la ciudad: ni se les dio herramientas de trabajo ni se les fortaleció. Ahora el equipo de gobierno apuesta por empoderar y fortalecer este tejido asociativo, y paralelamente estamos llevando a cabo herramientas de participación. Yo nunca esperaba una participación masiva porque, por lo general, la gente no participa en asociaciones, colectivos, etc. No somos una ciudadanía activa en general. Pero tener un 2,6% es un buen punto de partida.
¿Puede que falle la comunicación? Muchas personas siguen sin enterarse de estos procesos.
Es una de las patas que fallan. No llegamos donde queremos llegar o de la manera que nos gustaría llegar. Los canales de comunicación han de mejorar, pero los medios de comunicación tampoco nos ayudan a difundir. Por mucho dinero que me gaste no significa que vaya a llegar mi mensaje. Hay que buscar los canales idóneos.
La Federación de Asociaciones de Vecinos de València suele criticar que la consulta no ofrece una participación real y les han pedido más colaboración. ¿Cómo va la relación?
Siempre puede mejorar, pero desde que he llegado hemos hecho muchas reuniones y estamos súper en contacto. Se habló con ellos del modelo de ciudad y se volverá a hablar en enero. Creo que la relación es buena y cercana, pero ellos también han de hacer su labor de pulso a la Administración porque es importante. No solo ellos, sino todo el tejido asociativo. Lo único que les digo siempre es que aporten desde la construcción. A ellos no les gustó mucho la consulta basada en el proyectos de ciudad, pero se ha visto que la gente ha respondido y eso es importante. No hay que pensar solo en nuestra calle o barrio, sino en un concepto más amplio.
La consulta recién terminada se hizo, según la oposición, para desahogar a la Administración por la baja ejecución de proyectos de otros años. ¿Han cumplido sus expectativas estos presupuestos participativos basados en proyectos de ciudad y pueblos?
Esta consulta se hizo para intentar ajustar el presupuesto del ayuntamiento al proceso participativo, y por eso tenía que ser una visión mucho más corta para que los proyectos entraran en el presupuesto de enero. Mi otro argumento era que en las anteriores consultas constreñían el distrito y no se podían elegir proyectos más amplios. En cuanto a las expectativas hay de todo: hay gente muy contenta y otras personas no tanto; hay alegría y frustración. Yo estoy muy contenta porque la apuesta de proyectos de ciudad no estaba tan claro que fuera a funcionar y el resultado ha sido bueno, la ciudadanía ha respondido, y los proyectos de ciudad se llevan a muchos puntos de la ciudad e incluso a los pueblos.
Es decir, que su modelo es combinar en distintas convocatorias proyectos de distrito con los de ciudad.
Sí.
Pero el año que viene se votarán solo proyectos de distrito.
Bueno, yo necesitaba tener resultados de esta consulta para decidir. Está todo abierto porque ahora comienza el proceso de evaluación. A partir de enero veremos si lo centramos en una sola modalidad o se mezclan?
Los proyectos de ciudad, al menos, han servido para que las propuestas elegidas tengan un apoyo que, por su número, se legitiman más que algunas con pocos votos seleccionadas en el proceso por barrios.
Sí, estamos viendo de qué manera logramos un balance correcto en este sentido, tal vez pidiendo más avales para las propuestas o ponderando los apoyos a la población real de los distritos, porque hay grandes diferencias. Tenemos una lista impresionante para mejorar la siguiente consulta.
¿Qué ha sido lo más positivo y lo más negativo?
Lo positivo es que la gente sabe pensar en modelo de ciudad y los proyectos aprobados se corresponden con nuestro modelo político. Lo negativo es que aún nos queda mucho para que la gente se crea que forma parte o influir en las políticas públicas.
¿Que el ayuntamiento propusiera proyectos no era jugar con ventaja e intentar que se ejecutaran sus proyectos?
Es otro gran debate. Había proyectos que no son urgentes, pero sí importantes, y que tenían cabida en esta convocatoria. Si querías las votabas o no, tenías el poder de decidir; de hecho las dos más votadas son ciudadanía.
Si el Ayuntamiento recupera algunas de sus propuestas no elegidas, ¿no es injusto dejar fuera otras presentadas por la ciudadanía y que han recibido más apoyos, como el parque de Marxalenes más adaptado e inclusivo?
Eso es una cuestión más política. Los concejales y concejalas que han decidido hacer propias las propuestas que no han salido, ya sea del ayuntamiento o ciudadanas, es porque tienen una valoración del apoyo que tienen de la ciudadanía de esas propuestas. A partir de ahí, ellos han sido elegidos para tomar decisiones...
¿La consulta para el presupuesto participativo para 2019 cuándo arrancará?
Queríamos que fuera para febrero, pero habrá una nueva herramienta informática y no creo que podamos empezar antes de abril-mayo. La idea es que para cuando se asigne el presupuesto general ya estén seleccionadas las propuestas.
¿No es hora ya de aumentar el presupuesto de 7 millones?
Se está valorando. En enero decidiremos.
¿Con qué porcentaje de participación se daría más que satisfecha en la próxima convocatoria?
Pues el doble del actual sería la leche. De momento nos vamos superando año a año.
¿Se acabará el mandato sin que hayan hecho una pregunta a la ciudadanía?
Lo estamos valorando. Estaría bien hacerla, pero no es tan fácil, porque no ha de condicionar, y ha de crear debate, pero no conflicto. Una pregunta que hubiera estado muy bien es la de la peatonalización de la plaza del Ayuntamiento, pero ya se ha contestado con la consulta ciudadana.
