La intención del ayuntamiento de València era negociar con los propietarios de las viejas casas que taponan la calle Agustín Lara para prolongar esta vía hasta la Avenida de la Constitución. Pero finalmente ha llegado la propuesta de una empresa que se ha constituido como agente urbanizador (para ello debe tener al menos el 50% del suelo) y ha propuesto un PAI para la zona.

Su intención es prolongar la citada calle hasta la Avenida de la Constitución creando también una pequeña zona verde y construyendo dos torres de viviendas. Una, de siete alturas, dará a la Avenida de la Constitución, y la otra, de seis alturas, dará a la calle Baeza, según las fuentes, que justificaron esa diferencia de edificabilidad por la conveniencia de adaptarse a las construcciones que ya existe en cada una de las calles.

Todavía queda camino

Esto no significa, en cualquier caso, que el problema del «agujero de la vergüenza» esté resuelto, ya que ahora tanto el agente urbanizador como el ayuntamiento tendrán que seguir una intensa tramitación. Eso sí, ya sin que el ayuntamiento tenga que pagar ni un euro por esta operación, un dato importante si se tiene en cuenta que ya se habían incluido 400.000 euros en los presupuestos municipales.

El agente urbanizador deberá hacerse con la totalidad de los terrenos, para lo cual tendrá que negociar con los propietarios de los solares o las viviendas que aún no han dado su visto bueno a la operación. Y el Ayuntamiento de València tendrá que iniciar los trámites para dar cobertura legal a la operación. Precisamente, la Junta de Gobierno Local admitirá hoy a trámite la documentación relativa a la evaluación ambiental del proyecto y la sacará a exposición pública por un periodo de veinte días.

El consistorio, de todas formas, cree que es un avance importante y un paso definitivo hacia la solución de este problema, largamente denunciado por los vecinos y nunca resuelto. Según el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, «con el inicio de este trámite de evaluación ambiental comienza la recta final para solucionar un tapón urbanístico histórico».

El edil ha puesto en valor el hecho de que «una agrupación de interés urbanístico permita que esta operación pueda llevarse a cabo sin coste para el ayuntamiento». Además, aseguró que «mejorará la calidad de vida de los vecinos al incluir una zona verde».