De momento es solo una idea «para abrir el debate», pero la concejala de Medio Ambiente , Pilar Soriano, planteó ayer a los vecinos de Ciutat Vella la posibilidad de reducir el número de contenedores de basura general (los de color gris) para optimizar los recursos e invertir ese ahorro en aumentar la limpieza en la ciudad.

En todo caso, Soriano puntualizó que es una propuesta que, como muy pronto, se pondría en marcha en 2019, siempre y cuando consiga el suficiente consenso vecinal.

Soriano está realizando una serie de reuniones informativas en las Juntas de Distrito para explicar las mejoras en el servio de limpieza para 2018, que contará con 1.5 millones más para este año. La concejala introdujo, sin embargo, la posibilidad de optimizar de cara a 2018 el sistema de residuos urbanos de la ciudad.

«València es una ciudad con un gran número de contenedores grises, incluso superior a Barcelona», explicó a los vecinos de Ciutat Vella. Según la edil de Compromís, los servicios de recogida «mueven mucho aire todas las noches», es decir, que realizan las labores de vaciado de los contenedores y muchos de ellos «no están ni a la mitad de su capacidad, y eso significa que no se gestionan del todo bien los recursos, pues se podrían optimizar con los depósitos más llenos».

«Tendríamos que pensar -reflexionó ante los vecinos- si podemos reducir la cantidad de contenedores que tenemos en las calles. Hablamos de contenedores grises, los que se hace la recogida diaria y siempre hablando de cara a 2019, pero creo que es interesante que abramos el debate», argumentó.

La concejala de Medio Ambiente explicó que la reducción del número de contenedores grises «supondría un gran ahorro económico para el Ayuntamiento de València que se podría destinar para aumentar las tareas de limpieza. Eso supondría un pequeño esfuerzo para los vecinos, que en lugar de tener que caminar 100 metros, igual deberían desplazarse 200 metros».

Sorprendentemente la propuesta de la concejala apenas generó el debate entre los vecinos que ella esperaba, y tan solo Julia Martínez, de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, introdujo dos variables o condicionantes: que los contenedores grises actuales aumentaran su capacidad para paliar su posible reducción; y que se estudie crear «islas ecológicas» en los barrios, de tal manera que reúnan varios contenedores en un mismo espacio y éste quede vallado para mejorar la imagen de la vía pública (como ocurre en muchas ciudades del norte de España).

Según la última cifra disponible en el Anuario Estadístico de la Ciudad, existen un total de 9.647 depósitos grises repartidos por todos los barrios, es decir, que suponen 12,2 por cada 1.000 habitantes.

Más limpieza los festivos

Centrada ya en cuestiones de Ciutat Vella, Pilar Soriano explicó que en 2018 se va a reforzar la limpieza los domingos y festivos «que tras la experiencia muy positiva del año pasado nos permite ver que iniciamos la semana con la ciudad mucho más preparada y con trabajo previo realizado».

La edil de Medio Ambiente señaló que aunque de momento no cuenta con dotación presupuestaria, espera conseguir los recursos necesarios en alguna de las modificaciones de crédito de este año para implantar el contenedor marrón de residuos orgánicos en Ciutat Vella, aunque considera que un sistema «porta a porta» como el del vidrio, sería el ideal para el centro histórico por sus características.