La reforma integral de la plaza de la Reina supondrá una auténtica revolución en la movilidad del centro de la ciudad, tal y como propone el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de 2013. Así se eliminará el tráfico privado de vehículos por el tramo más antiguo de la calle San Vicente -una actuación que ya ejecutó el gobierno de Clementina Ródenas en 1989 y que el PP revocó-, por la que solo pasará el transporte público. Eliminar el mayor flujo de la circulación permitirá realizar actuaciones de «urbanismo táctico» en la plaza del Ayuntamiento, que anticiparán su futuro carácter peatonal en otra reforma integral. Además, de las 11 líneas de la EMT que llegan al corazón del «cap i casal», tan solo accederá una, que serán autobuses lanzadera cada cinco minutos que llevarán a los viajeros desde los diferentes intercambiadores (Tetuán, Porta de la Mar o Xàtiva). Otras líneas se desviarán por Poeta Querol, ya que el tramo final de la calle la Paz también se reformará con la plantación de arbolado y se reservará para la línea «express» del bus y el acceso exclusivo al aparcamiento de la Reina.

Lo que está por determinar es cuándo se llevará a cabo esta auténtica reformulación en la movilidad del centro de la ciudad. La intención primera del concejal Giuseppe Grezzi era hacer coincidir el inicio de las obras con todos estos cambios. Llegó a poner una fecha, abril, y más tarde lo pospuso para después del verano, pero la licitación de la reforma retrasará hasta 2019 el inicio de los trabajos.

La EMT ya tiene su plan de remodelación listo, como ha venido contando este periódico. Desde la empresa consideran que lo ideal sería implementarlo este mismo verano, pero todo dependerá, como el resto de actuaciones previstas, de los tiempos que pacten los socios del Govern de la Nau. Es público y notorio las discrepancias entre Compromís y PSPV en la puesta en marcha de los diferentes proyectos. Otro condicionante son las obras del entorno de la Llotja y la plaza de Brujas. En breve comenzarán las del aparcamiento de Brujas y hasta que no estén acabadas, no se meterán con el «melón» de la Reina. Así se comprometieron Grezzi y Sarrià con 14 entidades del centro.

Paso para residentes

Por otra parte, la reforma de la plaza de la Reina acabará con la megaestación de buses y tan solo permitirá la circulación de unos 300 vehículos que tienen garaje en la calle Corretgeria. Se garantizará también la carga y descarga en la plaza, así como la retirada de basuras o los recorridos del Corpus y la Ofrenda de Fallas.