Hace unos meses el Ayuntamiento de València (y previamente el de Barcelona) le echó un pulso a las grandes compañías eléctricas el país. El contrato de 38 millones de euros de suministro de energía que licitó exigía a las compañías asumir varias cláusulas sobre pobreza energética, pero el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales tumbó la medida.

Sin embargo, València anuncia ahora que premiará en el nuevo contrato a las eléctricas que dispongan de una calificación energética A, es decir, que demuestren que el 100 % de la producción del último año proviene de renovables.

Una sentencia ha validado el procedimiento iniciado por el Ayuntamiento de Madrid, por lo que el concejal del Servicio de Contratación, Sergi Campillo, asegura que València seguirá ese camino. «Vamos a apostar por la misma estrategia. Se abre una puerta clara para que la energía que consumen los valencianos sea completamente verde y respetuosa con el medio ambiente», dijo.