La recién creada plataforma Ciutat Vella i Viva, que agrupa a seis asociaciones de comerciantes, hosteleros y vecinos, denuncia que los «drásticos» recortes en las terrazas del centro histórico han llegado al 80 %, lo que ha limitado su accesibilidad, y aseguran que los vehículos de emergencias tenían el tránsito garantizado por esas calles.

El presidente del colectivo, Jesús Ortega, se manifestó así después de que el concejal de Comercio y Dominio Público, Carlos Galiana, asegurara el jueves que no se trata de recortes sino de «limitar un poco» las terrazas para permitir el paso de la gente y que los cambios solo afectaban a tres puntos del barrio de El Carmen: Roteros, la plaza del Negrito y la plaza del Tossal.

Ortega asevera que la superficie del recorte «ha sido muy superior al 15 o 20% y puede llegar al 80%» y que las limitaciones se han producido «de forma muy dispar» y además de esos tres puntos, les consta también quejas por recortes en terrazas de la calle San Miguel, la plaza de la Reina y la plaza de la Virgen.

No obstante, incide en que «quieren seguir tendiendo la mano» al Ayuntamiento y «retomar un proceso de diálogo» en el que puedan hacer sus «aportaciones y propuestas técnicas y no basadas en puras relaciones institucionales» porque, a su juicio, «posiblemente por una falta de rigor, se ha hecho llegar al concejal una información que ha provocado decisiones drásticas».

Él señala que los representantes del centro histórico «no han estado directamente en esta mesas de trabajo» y reprocha que el proceso de diálogo se limita a «cartas que van llegando a los hosteleros diciendo 'esto es lo que hay».

«Diálogo es hablar pero también trabajar e intercambiar documentación técnica y plantear diferentes alternativas y eso no ha existido en toda la ciudad de València», sostiene, a la par que asegura que creía que el modelo del PP «estaba superado» y se han encontrado que «se han recuperado las peores fórmulas de tiempos pasados».

Destaca que en la calle Roteros, de la que Galiana dijo que se habían recortado las terrazas para que pudieran acceder vehículos de emergencias, el tránsito de esos vehículos «estaba garantizado» porque las terrazas ocupaban los retranqueos de las fincas y ahora «han pasado de tener 1 metro o 1,20 a 50 centímetros».