El Consorcio València 2007 ha licitado por 197.000 euros la redacción de los proyectos de obra de los Tinglados 2, 4 y 5 del puerto, tres antiguos almacenes portuarios declarados Bien de Relevancia Local cuya restauración se cofinanciará con fondos europeos Feder. Así lo anunció ayer la alcaldesa en funciones, la socialista Sandra Gómez, quien explicó que la ciudad recibirá 2,7millones de euros de los fondos europeos para la financiación de proyectos locales de turismo, cultura y movilidad. Esta inversión se repartirá en siete proyectos.
Además de los tinglados, recibirán inversión la alquería Albors, la nave 3 del Parque central, el museo histórico de la ciudad, el equipamiento cultural de la calle de la Reina. La inversión, no obstante, no será suficiente para cubrir todo el coste de la recuperación de los tinglados, en bastante mal estado de conservación, especialmente, los números 2 y 5, que según el anteproyecto de restauración, realizado por el arquitecto Josep Vicent Lluch, presentan un «riesgo severo de colapso». El informe de patologías que acompaña el contrato aconseja una intervención urgente.
En el Tinglado 2 se está llevando a cabo una intervención de consolidación y está pendiente además la licitación del proyecto de reurbanización del entorno (1,5 millones de euros), que prevé recuperar espacio público para el peatón y crear zonas verdes de uso ciudadano. El tinglado 2, el más próximo al núcleo urbano, se destinará a gran plaza pública. El Tinglado 5 se reconvertirá en espacio de usos culturales y creativos y el 4 se dedicará a espacios de trabajo e innovación. Recuperar los antiguos tinglados requiere un desembolso de más de dos millones de euros. En concreto, el anteproyecto baraja una inversión de 897.000 euros para el tinglado 5; 995.600 para el tinglado 4 y 354.000 para el tinglado 2.
Los tinglados fueron construidos por los ingenieros José María Fuster y Fausto Elio en 1911 y son uno de los elementos destacados de la fachada de la dársena interior del puerto y actual Marina de València.
El informe de patologías de los tinglados advierte de problemas de grietas y fisuras que atraviesan las estructuras de hierro y hormigón que representan un riesgo estructural evidente. Las cubiertas, «desprendidas, tóxicas (fibrocemento), o dañadas» y la mala evacuación de aguas pluviales tiene gran parte de culpa del mal estado de la estructura y el debilitamiento de los elementos de apoyo como los arcos y muros. La corrosión de los edificios, por efecto del mar y el salitre, sumado a la falta de mantenimiento de estos almacenes cedidos a la ciudad hace ya años, ha provocado el hinchado,
desprendiendo de revestimientos, ladrillos y morteros.
