Una de las cuestiones que genera más problemática en la vía pública es la no retirada de excrementos de perros por parte de sus dueños, con las consecuencias de insalubridad y mala imagen que eso genera. Es verdad que cada vez hay más concienciación sobre este asunto, pero estas «sorpresas» cotidianas están lejos de desaparecer y causan más de un percance a la gente que transita por las calles y jardines. Ahora, la Concejalía de Gestión de Residuos Solidos ha presentado los resultados de la última auditoría sobre la presencia de excrementos de perros en las calles y jardines de la ciudad. Destacando que se han reducido en más del 50 %, sobre todo en distritos como La Olivereta, Patraix y Jesús.

Por lo que respecta a las zonas verdes, en el primer trimestre de 2017 se retiraron 13,75 unidades por 500 metros cuadrados, y en el mismo periodo de 2018 se han retirado 8,96; es decir, 4,79 unidades menos.

Según la concejala de Gestión de Residuos Sólidos, Pilar Soriano, «gracias al aumento de presupuesto en las partidas destinadas a limpieza que ha realizado este gobierno se han podido realizar diferentes políticas activas en esta materia como, por ejemplo, el incremento de la frecuencia de las tareas de limpieza, la campaña de sensibilización ciudadana «La revolución de la limpieza» o la instalación de nuevas papeleras en la ciudad, que llevan incluidas bolsas para los excrementos».