El próximo inicio de las obras de restauración de los históricos palacios de Eixarchs (también denominados dels Exarch, s. XIV) marcará también el desarrollo del de la Unidad de Ejecución número 4 (UE-4) del barrio de Velluters. Sin embargo, el desarrollo de esta zona tras 25 años de bloqueo administrativo ha puesto en alerta a los vecinos del centro histórico, que llevan años pidiendo una modificación de este plan de actuación.
Pese a estar aprobado desde 2012, quieren agotar su último cartucho presentando alegaciones al nuevo Plan Especial de Protección de Ciutat Vella, cuyo plazo que finaliza en septiembre. Creen que no solo se desvirtúa por completo la trama medieval de las calles afectadas, sino que se ha producido «una perversión administrativa» que cambia el uso residencial proyectado al principio en una parte de los edificios por el uso turístico que finalmente tendrá.
Como adelantó en exclusiva Levante-EMV, el propietario de todo el suelo, la familia del empresario Julián López, podría comenzar a mediados de septiembre las obras de rehabilitación de los palacios ubicados en la calle de Eixarchs, junto a los Santos Juanes y el Mercat Central. De hecho, así lo anuncian en una gran lona colgada de uno de los históricos edificios. El inicio de los trabajos está pendiente de sendas licencias de Desarrollo Urbano y Actividades, que se podrían desbloquear también en septiembre.
Cuando se ponga en marcha este proyecto, que paralelamente desarrollará la UE-4 de Velluters (manzana formada por las calles Santa Teresa, Carda, Valeriola, Eixarchs, Beluga y Boatella), se creará un hotel en los antiguos palacios de la calle Eixarchs, pero además se creará otro hotel en la manzana de la UE-4.
El promotor tenía previsto construir también un aparcamiento subterráneo de dos plantas para 152 plazas y 30 viviendas de uso residencial. El desarrollo permitirá crear además dos pequeñas plazas.
El cambio turístico
Sin embargo, la asociación Amics del Carme, denuncia «una nueva perversión administrativa». Según el historiador Lluís Mira i Borderia, miembro de la entidad vecinal, en el proyecto final ha habido un cambio de usos: «Las viviendas residenciales previstas en un primer momento, se han tramitado finalmente como apartamentos turísticos, y el aparcamiento que era para uso residencial, finalmente será un estacionamiento de rotación, es decir, que tendremos un constante flujo de vehículos en el centro histórico por este nuevo aparcamiento».
Estos dos hoteles y apartamentos turísticos no están afectados por la moratoria que aprobó el ayuntamiento, ya que su tramitación se realizó antes de su entrada en vigor.
La Unidad de Ejecución 4 de Velluters también prevé la creación de dos plazas, una más pequeña, de unos 67 metros cuadrados, en la calle Valeriola y otra más grande, de casi 300 metros cuadrados, en la calle Eixarchs, frente a los palacios. Para Lluís Mira estas plazas acaban con la fidelidad de una trama histórica conservada desde hace 600 años y considera que incumple por completo la ley de Patrimonio.
Sobre los «recursos arquitectónicos» que el Ayuntamiento de València ha obligado al promotor a incluir para no se rompa la trama medieval, el historiador considera que no solucionan «nada».
«Son un parche mal puesto. Ya vimos lo que pasó con la plaza de Assaonadors, en la Fundación Adeit. Al final ni es una plaza ni es nada, porque nadie la usa, sin embargo vemos como la aprovechado un restaurante para poner su terraza», explica.
Amics del Carme asegura que solicitó en marzo una reunión con el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, para tratar la cuestión de la UE-4, pero lamenta que no les reciba.
