La web decidimvlc.valencia.es cierra mañana domingo el periodo de votación para elegir las propuestas ciudadanas que se incluirán en los presupuestos participativos de 2018, que se ejecutarán a lo largo de 2019 con una dotación global de 8 millones de euros.

Después cuatro ediciones, las propuestas y peticiones de los ciudadanos de València son de lo más variopintas, como cada año. El Ayuntamiento de València ya realiza un importante filtro y descarta aquellas que no son viables económicamente (porque exceden del presupuesto asignado a cada distrito), o no se pueden ejecutar porque la inversión se propone en terrenos que no pertencen al consistorio, o porque la iniciativa contraviene alguna ordenanza.

Aún así, de los 540 proyectos presentados, 371 (244 de los ciudadanos y 127 de los grupos de trabajo en las Juntas Municipales de Distrito) pasaron a la fase para ser estudiados por los servicios técnicos municipales tras la fase de apoyos. Es decir, 169 ideas no consiguieron el quorum mínimo que se exigía en las bases de la consulta ciudadana.

Finalmente, y tras la valoración de los técnicos, han salido a votación 202 proyectos (la cifra más alta en cuatro ediciones), por lo que otros 169 se declararon no viables.

1. Fuera bolardos para poder aparcar

Tras el filtro aplicado por los técnicos del Ayuntamiento de València, sin embargo, todavía se han mantenido en la votación final algunas propuestas cuanto menos curiosas. Una de ellas, que se ubica en el barrio de Botànic, pide la eliminación de los bolardos del entorno del colegio Cervantes y la peatonalización de la calle trasera, Andre Julià, donde propone que esta vía pacificada se convierta en lugar de juegos y actividades extraescolares o partidas de pilota.

Sin embargo, uno de los argumentos para retirar los bolardos es que a horas de entrada y salida del colegio "impiden la parada de los vehículos de padres que recogen niños". Una afirmación que da pie a interpretar que los bolardos se han de quitar para que los coches puedan subirse a las aceras para dejar a los niños, lo cual sería una violación de la ordenanza municipal.

En cambio, el resto de argumentos que aporta son muy correctos. "Los bolardos son elementos inútiles y que dificultan la movilidad de los peatones al restar espacio para transitar. Son además elementos donde las mascotas dejan su rastro de orín". Así pues, o la redacción de la propuesta no fue lo más acertada o se está invitando a los padres de los colegios a saltarse la normas de circulación. Los técnicos municipales han valorado esta propuesta de 200.000 euros, aunque se intuye que se referían a la peatonalización de la calle.2. Cambiar las losetas para invidentes

En Patraix ha pasado el corte otra propuesta de un grupo de personas mayores, que pide la sustitución de las losetas de botones que forman parte de los pasos de peatones, o que sean reemplazadas por otro tipo de loseta dentro de la legalidad vigente. Este tipo de losetas se popularizaron porque ayudan a guiar a las personas invidentes; sin embargo, los mayores explican que "son peligrosas, no solo para las personas que padecen osteoporosis, sino para los carritos de los niños, las bicicletas en los tramos que comparte el firme con el carril bici y para el resto de los viandantes por su cualidad, de falta de estabilidad, cuando llueve". Si el Ayuntamiento ha dado el visto bueno a esta propuesta es porque debe contar con una alternativa mejor. Cambiarlas costaría 100.000 euros.3. Fuentes públicas para beber

En Ciutat Vella, la propuesta más curiosa es la que pide la instalación de fuentes públicas de agua por el centro de la ciudad "para todos podamos saciar nuestra sed sin necesidad de consumir comprando una botellita de agua o sentándonos en una terraza". "Hace unas décadas habían muchas, las quitaron y no han vuelto. ¡¡Ya es ahora de recuperar el derecho a estar hidratados de forma gratuita!! Y más en esta ciudad tan calurosa", sostiene la persona que ha redactado la iniciativa. Su instalación está valorada en 50.000 euros.

4. Un columpio para l´Eixmple

Los vecinos de Marqués del Turia se quejan amargamente de que en todo el barrio del Eixample no hay ni un solo columpio. "Propongo que se haga en la Gran Vía Marqués del Turia un parque infantil en el que, por fin haya columpios. Esta propuesta fue denegada hace dos años porque supuestamente se iba a abordar inmediatamente el parque en la zona central de la Gran Vía Marqués del Turia, pero visto que no ha sido así, pido que se incluya en los presupuestos participativos a ver si así lo conseguimos de una vez", reclama su promotor. Se ha valorado en 125.000 euros.

5. Consolas y juegos en Russafa

Otra de las propuestas de l´Eixample es realmente curiosa. Se pide que en el Centro de Juventud de Russafa se incorpore in equipo informático para actividades de formación y ocio, un banco de juegos de mesa y "un equipo de videoconsola con pantalla de TV." "Con estas herramientas queremos que los jóvenes de Russafa se sientan como en su casa y tengan su propio espacio dentro del centro. La propuesta va dirigida a Jóvenes de entre 10 y 35 años", señalan. En su iniciativa detallan que haría falta conexión internet de fibra óptica 300 mb o más, 10 unidades informáticas completas, una videoconsola Playstation 4 completa (2 mandos) con un listado de juegos (unos 10 títulos, deportes, cooperativos, aventuras etc.), una videoconsola WiiYucompleta (2 mandos) con un listado de juegos (unos 10 títulos, deportes, cooperativos, aventuras etc.) o una pantalla Led 40" para "gaming". El presupuesto, 25.000 euros.

6. Desagües en una pista deportiva

En Campanar piden algo tan básico que el Ayuntamiento debería atenderlo sin necesidad que saliera a votación. Se trata de construir los desagües de las pistas deportivas de la Calle Grabador Enguídanos "ya que cuando llueve se encharcan, el agua se embalsa y tarda mucho en evaporar, con lo que las pistas no se pueden utilizar pasados varios días". Costaría 60.000 euros.

7. Una acera que lleva esperando 45 años

En La Saïdia, otro tanto de lo mismo. Los vecinos del edificio situado en el número 14 de la plaza Ávila piden que se urbanice la acera. "Lleva más de 45 años sin bordillos ni baldosas, únicamente mal terminada, con cemento, y con una anchura de 1,60 metros, cuando las aceras de plaza de Ávila, efectuadas en el mes de marzo pasado, tienen una anchura de 2,90 metros, y el gravísimo problema de esta finca, que se ha quedado sin realizar dicha acera". 200.000 euros cuesta su petición.

8. Reasfaltar una deformación

En Pla del Real sugieren reparar la calzada frente al nº40 de la Avenida Aragón, a la altura del paso de peatones, porque "está levantada como consecuencia de las raíces de un árbol". Su coste, 274.385 euros.

9. Iluminación antiviolación

Desde las Associació de Veïns Balears-Grau y la Associació de Veïns i Veïnes Vilanova del Grau han propuesto la instalación de iluminación vía focos y/o farolas que se enciendan durante todas las noches en el interior del espacio deportivo abierto y público conocido popularmente como Astilleros "con el fin de evitar posibles agresiones sexuales y demás peligros". Costaría 15.000 euros.

10. Una tele para los jubilados del Saler

Los quince Pobles de València también muestran su propia idiosincrasia en los presupuestos participativos, con peticiones que revelan que aún están muy lejos de tener los servicios y prestaciones de la ciudad. Así, los pensionistas del Saler piden una televisión nueva para su Hogar del Jubilado (1.000 euros); en Massarrojos reclaman la instalación de pararayos para salvaguardar los dos centros educativos del pueblo (14.000 euros); una petición compartida por muchos pueblos son mesas y sillas para la distintas fiestas patronales (desde 2.500 euros en Benifariag hasta los 35.000 de Poble Nou); en Pinedo reclaman la instalación de casetas de ´rates penades´ para combatir las plagas de mosquitos (3.000 euros); y en diversos pueblos piden mejorar los sistemas de megafonía en los que se lee el bando, se dan avisos diversos o se informa del fallecimiento de vecinos (12.000 en La Torre, por ejemplo).