La celebración de un festival de música en La Marina de València soliviantó a los vecinos de buena parte de la fachada marítima, que inundaron las redes sociales de quejas por el exceso de ruido. Se trataba del festival «Love the tuenti's».

Las protestas llegaron incluso a la concejala Glòria Tello, vecina del barrio, quien admitió haber avisado a los agentes porque el ruido era «una barbaridad». Y aunque, en principio, anunció que el ayuntamiento no tenía «nada que ver», inmediatamente le replicó el asesor del PP Luis Salom mostrando la autorización por parte del responsable de dominio público Carlos Galiana. Hubo vecinos incluso del paseo de la Alameda que aseguraban que la música se escuchaba allí, a más de dos kilómetros de distancia, rebasándose ampliamente los límites.