La Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, con sede en el Museo de Bellas Artes San Pío V, ha presentado alegaciones contra el derribo del muro de la pinacoteca recayente a la calle Vuelta del Ruiseñor. La demolición de esta tapia es una reivindicación histórica de los vecinos y del ayuntamiento con el fin de dignificar el entorno de una de las principales pinacotecas españolas y mejorar su integración con la ciudad.
La Academia de San Carlos, institución cultural que preside el ex director general de Patrimonio, Manuel Muñoz, ha presentado alegaciones contra el derribo del muro dentro del proceso de exposición pública de la modificación del planeamiento del entorno del Museo San Pío y de la tramitación de la evaluación ambiental simplificada. Argumenta la academia que el derribo del vallado «aumentará la posibilidad de robo en el museo». Se opone igualmente a la cesión a la ciudad de las parcelas que ahora quedan dentro del muro argumentando que «ahora hacen funciones de plazas de aparcamiento y de acceso a los grupos de visita» y añade que en todo caso estas parcelas se deberían destinar a edificaciones complementarias del museo, como un restaurante, cafeterías, salas de exposiciones arqueológicas, almacenes y áreas de didáctica.
El ayuntamiento ha rechazado las alegaciones contrargumentando que «existen otras medidas de vigilancia y seguridad para impedir el robo mucho más eficaces y con menor impacto visual que un muro». «Un vallado no garantiza por si mismo la seguridad del contenido del museo». «Muchos museos de rango nacional e internacional carecen de todo vallado y no por ello queda mermada su seguridad», abundan los técnicos del Servicio de Planeamiento de la Concejalía de Desarrollo Urbano. Respecto del pretendido aumento de la edificabilidad en la parcela del museo, destaca el ayuntamiento que la mayoría de los servicios propuestos ya existen y debiera ser en todo caso el Ministerio de Cultura como titular del museo quien plantease una ampliación de sus instalaciones.
Añaden los técnicos de urbanismo municipales en el informe de respuesta a las alegaciones en relación a la postura contraria de la academia a la cesión de las parcelas como viales abiertos al público que «precisamente el uso público ciudadano de estos espacios es una de las mayores fundamentaciones del interés público de la modificación del planeamiento en trámite». Añaden que la con la reordenación «se consigue dotar de mayor relevancia al BIC del Museo de Bellas Artes y mejorar sus condiciones de percepción visual y articulación con el entorno urbano».
El ayuntamiento y el Ministerio de Cultura llevan años negociando la permuta de las parcelas del entorno del museo que hará posible la reurbanización. En julio de 2017 el Govern de la Nau inició los trámites para la modificación del planeamiento y la permuta de las parcelas afectadas. La junta de Gobierno local aprobo ayer en despacho extraordinario la evaluación ambiental favorable por procedimiento simplificado de la modificación del planeamiento que hará posible la cesión como espacio público para la ciudad de las parcelas del museo recayentes a la Vuelta del Ruiseñor. El ayuntamiento por su parte, cede las parcelas del futuro Jardín de las Esculturas, que lindan con el Jardín de Viveros, al ministerio y urbanizará el entorno, armonizándolo con la reciente apertura y semipeatonalización de las calles Flora y Genaro Lahuerta.
El Ministerio de Cultura y el consistorio tienen ahora un plazo de cuatro años para ejecutar el proyecto. Este es el plazo máximo que da la normativa para los procedimientos abreviados de evaluación ambiental. La academia es la única institución que ha alegado claramente en contra del proyecto, que los servicios municipales afectados han informado favorablemente y que los propios responsables del Museo de Bellas Artes urgen a llevar a cabo.
